--Cada vez hay más demanda para adoptar menores y pocos los susceptibles de ser adoptados. ¿Piensan ustedes entonces potenciar los acogimientos?

--Queremos mejorar el decreto de adopción y de adopciones internacionales, que tiene más de diez años y que ahora estamos revisando. Creemos que con las mejoras que vamos a introducir se dará más agilidad, más transparencia y que va a estar más en consonancia con las políticas de adopción, especialmente las internacionales. Sobre el acogimiento, es una figura que se ha utilizado poco en Extremadura y que queremos potenciar para que los menores tutelados por la comunidad autónoma puedan tener una respuesta diferente a la de la institución por ser una fórmula más social y menos agresiva para los menores que la institucionalización.

--¿Están preparados los centros de menores para atender la demanda actual?

--Tenemos ocho centros para menores tutelados y uno para cumplimiento de medidas judiciales, que es el Marcelo Nessi, cuyo modelo está obsoleto. Somos la única comunidad que mantiene ese modelo de internamiento, más parecido a una cárcel que a un centro rehabilitador y reeducador. Y eso estamos dispuestos a cambiarlo, porque además es insuficiente para todos los menores que nos están mandando. Había un proyecto para hacer un nuevo centro que sustituyera al Marcelo Nessi, pero el dinero que enviaba Europa, el anterior Gobierno lo desvió a otros fines.

--Su departamento también incluye al Instituto de la Mujer y una de las lacras que padecemos sigue siendo la violencia doméstica. ¿Qué puede ofrecerle a las víctimas de maltrato?

--A las víctimas hay que recordarles que el peor remedio que hay es el silencio. La Administración está poniendo en marcha todas las medidas posibles para que no se queden en silencio, que es realmente lo que mata a las mujeres que son víctimas de la violencia de género. Nosotros estamos desarrollando la Ley de la Mujer de Extremadura y acabamos de editar el Plan de Igualdad para las Mujeres de Extremadura. También se están construyendo apartamentos en Plasencia, Cáceres y Badajoz para mujeres víctimas de violencia de género.