La bajada de impuestos anunciada por el presidente extremeño, Jose Antonio Monago, ha provocado una cascada de reacciones a las que ha contestado asegurando que "no es un acto de rebelión" y ha añadido que Mariano Rajoy "estará totalmente de acuerdo" porque se basa en la estabilidad de las cuentas.

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Monago, que ha rechazado ser "una nueva versión del verso suelto" y ha advertido a las CCAA críticas con su medida que a Extremadura "nadie le ha regalado nada", considera que cuando los indicadores empiecen a ser positivos a nivel nacional, se hará lo mismo más "pronto que tarde".

El anuncio hecho en su discurso de ayer en la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Región, ha ensombrecido al resto de propuestas que Monago desgranó durante más de dos horas, al producirse en medio del debate nacional existente sobre la necesidad o no de bajar los impuestos.

El anuncio ha suscitado, como era de esperar, reacciones dispares desde las CCAA y unas, como Madrid o Cantabria, no descartan acciones similares cuando "haya un mínimo margen", mientras que otras, como Cataluña o Baleares, se escudan en el modelo de financiación autonómica y el perjuicio que les ocasiona como argumento para no bajarlos.

Sin embargo, el propio Monago se ha apresurado a contestar esas críticas, pidiendo "prudencia" a los líderes autonómicos y asegurando que a Extremadura "nadie le ha regalado nada" y si puede bajar ahora los impuestos se debe al ajuste de 500 millones de euros que han "soportado" los ciudadanos.

Además, ha aclarado que su anuncio "no es una nueva versión del verso suelto", ya que se aplicará en el tramo autonómico del IRPF y ha indicado que no tiene por qué consultar en Madrid una cuestión que es de su competencia.

Monago ha recordado que su propuesta de rebajar el tramo autonómico del IRPF a los que tengan ingresos inferiores a los 24.000 euros anuales beneficia al 90 por ciento de los extremeños y ha recordado que él, cuando estaba en la oposición, apoyó la iniciativa de Vara de subir los impuestos a quienes cobraban más de 60.000 euros.

Otras regiones como Andalucía y Asturias, gobernadas por el PSOE, también han criticado la decisión de Monago por entender que es "populista", "incompleta", propia de un "hombre-anuncio" y de tener "mucho ruido y pocas nueces".

Tampoco en Extremadura el respaldo ha sido unánime, ya que aunque el secretario general del PSOE, Guillermo Fernández Vara, ha apoyado la rebaja del tramo extremeño del IRPF, cree que en vez de esta medida debería aumentarse del 30 al 70% la rebaja de la tasa del agua y agilizar la devolución del copago farmacéutico a los pensionistas.

Por su parte IU, que con su abstención en la investidura permitió gobernar al PP por primera vez en Extremadura, se ha mostrado contraria a bajar los impuestos, ya que entiende que Extremadura está "bastante lejos" en materia de presión fiscal.

A su juicio, cuando se da esta circunstancia y hay una situación de aumento de la pobreza "la respuesta no puede ser bajar los impuestos", sino "recaudar más donde más hay" y ha citado "a las grandes fortunas, las fincas improductivas, la banca o la eléctricas".

En cuanto a las críticas de Escobar por el anuncio de bajada de impuestos, Monago ha instado a que diga donde están esas grandes fortunas en Extremadura a las que habría que gravar.

"Podemos hacer el discurso del impuesto a los ricos, pero ricos hay pocos, hay trabajadores que no son ricos, por rico yo entiendo otra cosa, los de la lista de Forbes y de esos no hay ninguno en Extremadura", ha dicho Monago.

En este sentido, reclamó cierta prudencia en este tipo de mensajes y abogó por llegar "a un cierto punto intermedio", ya que pueden hacer que algunas personas que se plantean hacer una inversión en la región desistan de ello.