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Los efectos de la reestructuración financiera en la región

¿Qué queda de las cajas?

Con la integración de las dos cajas de ahorros extremeñas en sendos grupos financieros se ha ganado competitividad y fortaleza pero también se ha perdido en independencia y poder de decisión

La reestructuración del subsector de las cajas de ahorros ha sido el eje fundamental en torno al que ha girado la reforma del sistema financiero que se ha desarrollado en España en los últimos cuatro años. No es solo que estas entidades hayan vivido el mayor proceso de concentración de su historia --de 45 entidades a inicios del 2010 se ha pasado a una docena--, sino que también han experimentado --y aún lo siguen haciendo-- un paulatino proceso de bancarización. Este recorrido ha llevado a las dos cajas de ahorros que había en la región a acabar integradas en sendos grupos financieros: Ibercaja Banco (Caja Badajoz) y Liberbank (Caja Extremadura). Esto supone que han ganado en tamaño y que podrán ser más competitivas, pero también que se ha perdido en capacidad de decisión e independencia.

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Para algunos, esta menor autonomía no ha dejado de ser más que el inevitable precio a pagar para no tener el mismo final que han sufrido otras cajas españolas, que han acabado diluidas por completo --cuando no desaparecidas-- en grandes grupos o que se han visto sometidas a drásticos procesos de reducción de empleo y red de oficinas. "Lo positivo es que siguen ahí. Están vivas, continúan prestando servicios a la sociedad y mantienen los puestos de trabajo", apunta Juan Murillo, secretario general de Comfia Extremadura.

Para otros, sin embargo, el proceso que desembocó en las integraciones de las dos entidades extremeñas no se gestionó de forma adecuada, ni tampoco se escogió convenientemente a las compañeras de viaje. "Fusiones había que realizar. La pregunta que nos tenemos que hacer es si se han hecho las mejores fusiones. Yo tengo mis dudas", apunta el economista Julián Ramajo, catedrático de la Uex, quien crítica el comportamiento que tuvo el Banco de España a la hora de dirigir la reordenación del sector. "Tenía que haber jugado un papel de mediador, transmitiendo información de forma limpia, y lo que hizo fue omitirla, cuando no tergiversarla", sostiene. "La exigencia normativa podía haberse gestionado de otro modo", considera también Miguel Cantero, portavoz del PP en la Asamblea de Extremadura. A su juicio, las "saneadas" cajas extremeñas se han mezclado con otras que no los estaban tanto, tirando así "por la borda el trabajo y la ilusión de varias generaciones" y perjudicando tanto a las posibilidades de financiación de las empresas y familias extremeñas como a la obra social de estas entidades.

Precisamente, la obra social ha sido la principal seña de identidad de las cajas de ahorros, un capítulo al que dedicaban buena parte de sus beneficios. A partir de ahora, la cantidad que se destine a ella dependerá de la proporción del accionariado que posea cada caja dentro de su grupo, ya que será esta la que determine qué dividendos recibe.

Caja Badajoz fue tradicionalmente una de las entidades españolas que más porcentaje de sus beneficios dedicaba a actividades sociales o vinculadas a la cultura. "La red de educación especial que creó es posiblemente una de las mejores del país", recuerda Emilio Vázquez, vicepresidente de esta entidad, para quien, una vez que la situación económica remonte, posiblemente podrán recuperarse estas cotas de inversión o incluso superarse. En su opinión, "las perspectivas de futuro son bastante halagüeñas", ya que, argumenta, "el paquete accionarial de Caja Badajoz es bastante importante" (4% de una entidad con 65.000 millones en activos). También para Valentín García, portavoz del grupo parlamentario regional del PSOE, tanto Liberbank como Ibercaja cuentan, "con unas posibilidades de desarrollo importantes", lo que hará posible que "a medida que su negocio se vaya consolidando podamos disponer de más obra social". Menos optimista se muestra José Alberto Hidalgo, presidente de la Agrupación de Empresas Laborales de Extremadura (Aexel), para quien "aquí teníamos una obra social magnífica y va a ser complicado que volvamos a tener esos niveles".

FINANCIACION DE LAS EMPRESAS En cuanto a la financiación del tejido empresarial extremeño, Francisco Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex), indica que, "de momento", el proceso de integración de las cajas ha afectado "negativamente" a las empresas de la comunidad. "Se han cerrado oficinas, los servicios se prestan con menos personal y la oferta de servicios no solo no ha aumentado sino que ha disminuido", afirma. Peinado incide en que las nuevas entidades han perdido gran parte de la cercanía que las cajas de ahorros tenían antes con el pequeño empresario, una proximidad que, remarca, resultaba fundamental a la hora de que las pymes pudiesen obtener financiación. "La vinculación personal", aduce, es lo que hace muchas veces que una entidad financiera "se atreva" a dar financiación a una pyme, porque "la conoce y sabe que puede confiar en ella".

"Ahora se valora a los clientes con criterios establecidos a nivel nacional, que no son los estándares de la región, lo que genera injusticias", apunta también Antonio García Salas, socio director de la escuela de negocios ITAE. "Apostar por una determinada empresa, financiar un determinado proyecto, antes se decidía aquí, ahora se hace en otro sitio", añade Julián Ramajo.

En lo que todos coinciden, en mayor o menor grado, es que estas dos entidades tienen ya un margen de decisión mucho más reducido. "Cajas que eran independientes y autónomas han sido absorbidas por otras de fuera de la región que tienen una cultura y una filosofía financieras muy diferentes", lamenta Miguel Angel Rodríguez Castellano, secretario general de Csica en Liberbank. "Los centros de decisión están fuera de la región y el dinero deslocalizado. Hemos perdido agilidad, prestancia e inmediatez", concluye.

Por último, desde el punto de vista de los usuarios, Carlos Arjona, portavoz de la junta directiva de Adicae Extremadura, asegura las fusiones han traído consigo un aumento "de las quejas de los usuarios tanto por problemas relativos a la atención al cliente como por la aplicación de comisiones".

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