La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Burgos) ha localizado a una de las cuatro familias de la provincia de Cáceres que busca para que donen una muestra de saliva de la que el laboratorio pueda extraer ADN que sirva para identificar unos restos exhumados.

En la prisión de Valdenoceda (Burgos), que estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943, se tiene constancia oficial de la muerte de 154 presos republicanos.

De ellos, cuatro eran de la provincia de Cáceres, "donde quizás todavía puedan vivir algunos de sus descendientes directos", aseguraba el colectivo el pasado mes de septiembre en un comunicado, antes de apuntar que el primer paso para la identificación es la localización de las familias.

Tan solo un mes de después, la Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda ha anunciado que una de sus voluntarias ha localizado, después de un minucioso trabajo de investigación, a la hija de uno de los represaliados.

Se trata de Joaquín Bravo Lucena, preso republicano que murió en la cárcel de Valdenoceda el 13 de marzo de 1942.

El colectivo ha subrayado que la hija de Joaquín ya ha confirmado que se hará la prueba de ADN.

Tras la localización del familiar de Joaquín Bravo, quedan pendientes de encontrar las familias de Esteban Arrojo García, hijo de Jerónimo y Paula, natural de Hervás, un soltero que vivía en Cáceres ciudad, que murió el 11 de noviembre de 1938; y Lorenzo Márquez Parejo, hijo de Guillermo y Benita, de Garciaz, que murió el 5 de abril de 1941 y que también era soltero.

Por último, se busca a los familiares de Máximo Tejero Domínguez, hijo de Sebastián y Juana, de Zorita, que murió el 20 de agosto de 1943 y era soltero.

En la prisión burgalesa murieron oficialmente 154 personas, que fueron enterradas bien en el cementerio viejo (11 de ellos, entre los cuales se cree que está Esteban Arrojo García), en plena calle (2) o en un solar de Instituciones Penitenciarias (141, donde están los otros 3 cacereños).

La agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido desenterrar 116 restos.

Ha podido contactar con 95 familias de toda España y ha identificado 49 restos, muchos de los cuales reposan por fin en sus localidades de origen.