Él mismo lo reconoció al principio: la fórmula es «mecánica, repetitiva y ya sabida», pero sigue siendo válida para que el presidente haga balance y exponga los retos de futuro, máxime cuando no existen mayorías. Sobre la mesa, una propuesta para que los extremeños paguen un 20% menos de luz si la central nuclear de Almaraz se prolonga más allá de los 40 años; una rebaja del tramo autonómico del IRPF para más de 400.000 contribuyentes; la recuperación de la jornada laboral de 35 horas semanales para los empleados públicos o la apertura de un periodo de inversiones que movilizará más de 2.000 millones de euros hasta el año 2022 tras las estrecheces de la crisis.

Guillermo Fernández Vara inició ayer el debate sobre el estado de la región con un discurso en el que apeló a la unidad para alcanzar grandes pactos y aspectos cruciales para la región como el reto demográfico y territorial, la reforma del sistema de financiación autonómica, el desempleo o el futuro de la educación y la innovación. Presentó además casi una decena de nuevos proyectos de ley, entre ellos el de cooperativas, transporte, aguas, suelo y ordenación del territorio o la dehesa. «Ya me conocen. No vengo a generar titulares, sino a que seamos capaces de establecer la foto actual de nuestra región con el propósito de encontrar el diagnóstico adecuado», dijo refiriéndose a los grupos de la Cámara.

Sin embargo, en la hora y media que duró su discurso sí hubo tiempo para algunas ‘propuestas sorpresa’ más allá de la estrategia de economía verde del año pasado, y sobre las que hoy tendrán que posicionarse PP, Podemos y Ciudadanos. Las más llamativas quizá son las que hacen referencia al futuro de la central nuclear de Almaraz. Fernández Vara fue tajante al afirmar que «no permitiremos que la historia se repita» y en ese sentido, planteó dos alternativas en el caso de que su vida útil se prolongue más allá de los 40 años: crear un canon estatal que grave la electricidad producida en la central y no consumida en Extremadura, que en ningún caso podría ser inferior a los 50 millones de euros anuales por reactor (Almaraz tiene dos); o bien aplicar una rebaja del 20% en la factura de la luz a todos los extremeños, porcentaje que subiría al 30% para las empresas instaladas en la comarca.

«Si Madrid sigue necesitando la electricidad de Extremadura, Extremadura tendrá que recordar que necesita el AVE. Soy consciente de que estas propuestas suponen romper el statu quo mantenido durante muchos años, pero la experiencia nos dice que sin romper cristales, Extremadura no cambiará el curso de su historia», dijo el presidente en un claro guiño a Rodríguez Ibarra.

más inversión / En su discurso, Fernández Vara también desgranó los logros conseguidos en sus dos años de gobierno, que según dijo permiten encarar el futuro «con mayores perspectivas». Así, señaló que la Junta ha logrado abonar sus facturas pendientes en menos de 13 días de media frente a los 100 de hace dos años; que el PIB regional ha crecido un 0,9% en el primer trimestre de este año, frente al 0,8% estatal, o que el déficit final de 2016 ha sido del 1,6% cuando en 2015 alcanzó el 3,8%. Y aunque 104.461 parados siga siendo una cifra «inaceptable», recordó que ahora «hay 20.000 extremeños más trabajando que hace dos años».

En definitiva, números que han permitido cumplir con las obligaciones «sin realizar recortes» y que ahora, cuando comienzan a cristalizar parte de los proyectos en los que el Ejecutivo ha venido trabajando a lo largo de los últimos meses, «nos sitúan en una buena posición de partida». Así, Vara anunció que en Extremadura se abrirá ahora un periodo de inversiones que movilizará más de 2.000 millones de euros hasta el año 2022 «que tenemos que aprovechar para seguir generando riqueza y empleo».

Los proyectos incluidos en el plan de infraestructuras educativas (está dotado con casi 148 millones para 20 nuevas actuaciones que crearán unos 3.000 empleos); la ronda sur de Badajoz; la ronda sureste de Cáceres; 50 nuevas depuradoras de aguas residuales; infraestructuras sanitarias como los hospitales de Cáceres o Don Benito-Villanueva; los incentivos para el sector agroindustrial o el nuevo Plan Regional de I+D+i, que está dotado con 844 millones, son algunos de esos proyectos que verán la luz en los próximos años.

Proyectos a los que según Fernández Vara, hay que sumar la inversión privada que movilizan algunas iniciativas «que van tomando cuerpo». Entre ellas 34 plantas de energía fotovoltaica que en conjunto suman una potencia de 3.000 megavatios (Almaraz genera 2.000), nuevas fábricas de pallets, mataderos, industrias cárnicas, una fábrica de software o una nueva industria azucarera en Mérida.

En este contexto de «crecimiento económico sostenido», el presidente propuso a los grupos una modificación de la escala autonómica del IRPF para rebajar en un punto el tipo marginal del primer tramo, una medida de la que se beneficiarán 407.000 contribuyentes extremeños.

EMPLEADOS PÚBLICOS / De igual forma, consideró que «es justo» devolver a los empleados públicos «parte del sacrificio que han hecho desde que comenzara la crisis económica», por lo que anunció la vuelta inminente a la jornada laboral de 35 horas semanales. Para ello, se pedirá al Gobierno que devuelva las competencias a las comunidades y en tanto se consigue, se negociará con los sindicatos un plan de flexibilización horaria que incluirá formación no presencial y un calendario de implantación para aquellos funcionarios a los que la modificación de jornada les suponga un coste económico.

En materia de empleados públicos y en pro de la conciliación, también anunció que cuando una funcionaria sea madre, tendrá derecho a un puesto de trabajo en su lugar de residencia hasta que el niño cumpla tres años.