Un pasito más para que el tren rápido arribe a la región. Aunque, como siempre, llega tarde. Los técnicos de Adif aseguraron ayer que el túnel de mayor longitud (3,5 kilómetros) de la línea del AVE extremeño -y una de las obras más complejas del trazado- estará listo en algo más de un mes, concretamente tras el puente de la Inmaculada. Este corredor, llamado de Santa Marina y que se ha construido para salvar el puerto de Los Castaños, pertenece al trecho Grimaldo-Casas de Millán (6,6 kilómetros). Se prevé que toda la obra de este subtramo, al igual que el que discurre entre Arroyo de la Charca y Grimaldo (de 6,4 kilómetros y con cuatro viaductos), acabe al inicio del próximo verano. A partir de ese momento se empezarán a colocar las vías y la señalización y se harán pruebas de seguridad para que, al igual que ocurrirá en el resto del trazado entre Badajoz y Plasencia (que suma unos 180 kilómetros), puedan circular trenes diésel -a un máximo de 200 kilómetros por hora- a finales de 2019. Al menos ese es el compromiso.

Una delegación de Adif visitó ayer las obras de ambos subtramos (pertenecientes al trayecto Talayuela-Cáceres) para asegurar sobre el terreno que se van a cumplir los plazos dados por Fomento. A día de hoy hay ejecutado casi el 80% de las obras y el porcentaje restante estará en el verano de 2019, según confirmaron de nuevo. La electrificación llegará en 2020 y a partir de ese momento se seguirá aguardando el AVE (pasar de ancho ibérico a internacional y una velocidad de hasta 350 kilómetros por hora), que como pronto se espera para 2023. De momento, el consuelo es que en unos dos años por Extremadura circulará un tren rápido que acortará los tiempos de trayecto (aunque aún no han querido dejar claro al 100% de cuánto será el ahorro).

UN SUBMARINO / Los dos subtramos visitados ayer, que suman 13 kilómetros, tienen una inversión de más de 160 millones; la mayor parte de la cuantía se la ha llevado el túnel de Santa Marina, el más importante de los tres que existen en el recorrido extremeños del AVE (otro es el de Puerto Viejo, de 1 kilómetro, entre Cáceres y Mérida, para salvar la Sierra de San Pedro; y el otro, de 1,5 kilómetros, debe ir entre Navalmoral de la Mata y Plasencia, pero todavía ni ha salido a licitación).

El director de obra del Santa Marina, Agustín Tejedor Castaño, explica que el acuífero que se ha tenido que salvar con esta infraestructura ha obligado a usar una tecnología puntera en España: «Ahora mismo es como si el túnel fuera un submarino». En su momento hubo problemas con los vecinos de la zona que necesitaban el agua para sus huertos o su ganado. «Hemos estado llevando agua a la gente y haciendo pozos; cuando acabe la obra se repondrá el acuífero sin problemas», indica.

MEDIDAS DE SEGURIDAD / El túnel cuenta con dos galerías de evacuación, una de ellas perpendicular (con una longitud de 172 metros) y otra que discurre paralela (1,3 kilómetros) y que se conecta a través de tres salidas.

Tal y como explican desde Adif, los trabajos en este corredor está al 97% de ejecución. A lo largo de este mes de noviembre se harán los dos andenes del túnel y en los primeros días de diciembre el revestimiento de la galería.

El resto del subtramo Grimaldo-Casas de Millán se acabará entre abril o mayo «si no llueve mucho». En el verano a más tardar, al igual que el de Arroyo de la Charca-Grimaldo (que discurre por las localidades de Malpartida de Plasencia, Mirabel y Cañaveral), cuya peculiaridad es que consta de cuatro viaductos con una altura máxima que ronda los 24 metros y cuyo montaje de vigas ya está finalizado.

La parte positiva es que los trabajos de la alta velocidad en la región, aunque acumulen retrasos, avanzan. No obstante, continua habiendo asuntos pendientes, como la colocación del tablero en el viaducto sobre el Tajo, que sigue «suspendido», o la conexión entre Plasencia y Talayuela (cinco de los siete tramos se deben adaptar aún a la nueva normativa), que permitirá que ese tren rápido o en un futuro AVE, cuando llegue a la capital del Jerte, puede seguir a la misma velocidad y condiciones hasta enganchar con la alta velocidad ya fuera de territorio extremeño (en Toledo).