El TSJEx ratifica la pena de 24 años de prisión por el crimen de Alange

El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ha rechazado el recurso de la defensa de Ginel Papan, condenado por la Audiencia de Badajoz en un procedimiento del Tribunal del Jurado, a 24 años de prisión por el asesinato de su expareja, Mirela Gheorge, en el pantano de Alange, la madrugada del 6 al 7 de enero del 2016, con las agravantes de alevosía, de ensañamiento, de género y parentesco; y la atenuante de confesión, así como a 9 meses por quebrantamiento de condena pues tenía orden de alejamiento de la mujer. También le impuso el pago a los padres de la mujer de 30.000 euros a cada uno y 150.000 a los dos hijos.

Recurrida la sentencia por la defensa, la sala Penal del TSJEx desestima el recurso de apelación y confirma «en todos sus extremos la aludida resolución».

Igualmente rechaza el recurso del letrado de la acusación particular, Francisco José Conde Morales, y de la Junta de Extremadura, que consideraron improcedente que se le tuviera en cuenta la confesión de los hechos ante la Guardia Civil como una atenuante, aspecto que también ratifica la sentencia de la Sala de lo Penal del alto tribunal extremeño.

Así mismo, contra la citada sentencia, de fecha 16 de octubre del 2018, cabe plantear recurso de casación ante el Tribunal Supremo, lo que debe comunicarse en cinco días.

La sentencia ahora ratificada confirma como hechos probados que Ginel Papan estaba en Mérida y llamó por teléfono a Mirela, dirigiéndose hasta donde ella se hallaba, en Badajoz. Una vez juntos se dirigieron al pantano de Alange, de madrugada, donde él «golpeó a Mirela con una botella de cristal de forma sorpresiva, estando ella bebida, entrando en estado de aturdimiento que le incapacitó para defenderse de las numerosas agresiones que le produjo el acusado». Ginel le propinó otro golpe en la cabeza rompiéndose la botella, después la arrastró por un terraplén y la empujó al agua».

La mujer presentaba múltiples golpes por todo el cuerpo y en la cabeza, donde le golpeó con una piedra y luego contra el suelo. Mirela falleció por una conjunción de golpes, «de estrangulación y sumersión, al quedar dentro del agua», según la sentencia.