La Asociación Ecologistas en Acción Granadilla considera viable la recuperación del lobo allí donde existan presas salvajes, lo que evitaría daños al ganado y la disminución de la afección a los cultivos en las comarcas del norte de Extremadura. Este colectivo cacereño ha realizado una encuesta y un trabajo de campo entre cabreros, colmeneros, forestales, senderistas, bomberos, guardas, cazadores y naturalistas y ha llegado a la conclusión de que «el lobo necesita la colaboración del hombre y el hombre necesita al guardabosques como gran depredador».

En una nota, el responsable de Naturaleza de Ecologistas en Acción Granadilla, Carlos Pino, defiende que el lobo puede crear una selección natural de ciervos, jabalíes y cabras montesas, «ya que beneficiaría la vigorosidad de los ejemplares existentes y la mejora genética de sus poblaciones». Pino detalla que el norte de la provincia de Cáceres y sus sierras son enclaves perfectos para la existencia del lobo. En el Sistema Central se estima una población actual de entre 20 y 30 lobos, distribuidos en varios grupos.

Por otra parte, Pino pone de manifiesto que en las comarcas de La Vera y Gredos, la superpoblación de cabra montés afecta a los cultivos de cerezos y castaños, y en el Valle del Jerte ocurre algo similar con ciervos y cabras.

CULTIVOS / Además, en el pinar de Granadilla, la elevada población de jabalíes y ciervos está invadiendo los olivares de La Pesga y Mohedas de Granadilla, llegando algunos ejemplares a la localidad de Cerezo, junto al pantano de Las Cumbres. Y en Sierra de Gata, Las Hurdes y el valle de Ladrillar, junto al parque natural de Las Batuecas, la densidad de jabalíes, ciervos y cabra montés ponen en peligro la plantaciones de olivar, cerezo y castaño. Ecologistas en Acción Granadilla manifiesta que la gestión de la caza es positiva para frenar la expansión de los daños de estos animales, nocivos para la agricultura, tanto como la depredación sobre ella del lobo en ejemplares adultos y la del lince sobre los jóvenes, que hacen delimitar las poblaciones.

El colectivo ecologista ha destacado que el lobo, además, hace bajar la densidad de ciervos, jabalíes y cabras monteses, «disminuyendo el impacto sobre los cultivos y los bosques que ocupa, de ahí su importancia como guardabosques de forma natural».