Puede que levante filias o fobias, pero es indudable que Juan Francisco Rodríguez Chamorro es el hombre de la semana en la reivindicación de la agricultura extremeña. Todo ello después de erigirse en improvisado líder del ‘asalto’ de Feval por parte de los agricultores que se manifestaron el miércoles, subido a hombros al lograr entrar en la institución ferial, y protagonizar un abrazo final con los agentes policiales encargados de detener la protesta.

Chamorro, como es conocido popularmente, tiene 36 años y es uno de los abanderados de la recién creada Asociación de Defensa del Sector Primario de Extremadura (Aseprex). Este colectivo, aunque no tiene presencia en los foros de representación de las organizaciones agrarias, está captando la atención del sector de un tiempo a esta parte y decidió sumarse a la movilización en unión a Asaja Cáceres, Apag Extremadura Asaja, COAG y UPA-UCE.

Chamorro es de Zurbarán (entidad local menor dependiente de Villanueva de la Serena), una población que ha vivido el boom del frutal en Vegas Altas. No en vano es la localidad en la que se asienta el gigante del sector: TanyNature, con una gran factoría que proporciona muchos jornales a vecinos del pueblo y de toda la zona. Lleva desde adolescente trabajando en el campo hasta hacerse cargo de la explotación de sus padres. Tras ese boom del frutal, ve cómo el sector primario ha entrado en una fase de decaimiento, con precios por los suelos.

«El hartazgo por la baja rentabilidad de las explotaciones es lo que nos condujo a manifestarnos el otro día en Don Benito. Contra lo que están diciendo algunos medios de comunicación, el 95% de nuestro sector no cree que el problema sea la subida del salario mínimo. Es más, opino que el jornalero, al igual que nosotros, tiene derecho a un salario digno», señala.

Chamorro admite que la espiral en la que está entrando el sector obligaba a reaccionar. «Las organizaciones agrarias que conocemos hasta ahora están muy acomodadas. Nunca me he sentido representado en ellas y a partir de lo que ocurrió el miércoles en Feval, menos», dice con contundencia Chamorro. Dicha reflexión se produce después de que el propio Chamorro, acompañado por varios miembros de Aseprex, recriminasen a los líderes de las opas que no estuviesen en primera línea con él frente a la Policía en el momento en el que querían acceder a Feval.

Informativos

Desde el miércoles están dando la vuelta al país las imágenes de los enfrentamientos entre policías y manifestantes en los que se puede ver a Chamorro, con una chaqueta verde, en primera línea. «Reconozco que en algunos momentos perdimos los nervios pero no les dimos motivos para que nos golpeasen de esa forma tan desproporcionada porque fuimos a defender nuestro pan, pero los policías cumplían órdenes y los disparos de pelotas ya fue el colmo. Creo que he dado una imagen que no es la mía. Soy una persona pacífica y de hecho acabamos abrazándonos con los agentes», señala.

Precisamente, las imágenes de Chamorro abrazándose con los policías al término de la manifestación fue muy aplaudido por los participantes. «Estuvimos cada uno defendiendo lo nuestro e intentando mediar cada uno en su parcela con el resto de la gente. Qué menos que al acabar dándonos un abrazo. En Zurbarán tenéis un amigo, les dije». Tras acceder a las escalinatas de Feval, Chamorro fue subido a hombros y se dirigió espontáneamente a los presentes, micro en mano. «Dije que lo ocurrido en Don Benito era el inicio. Este movimiento no hay quien lo pare, y así se ha visto en Jaén», señalaba ayer en referencia a las protestas que se vivieron en La Carolina, y a la que seguirán más, según apuntó, incluida una gran movilización de autónomos el día 16 de febrero en Madrid.

«Es necesario que los políticos españoles tomen nota. En Alemania los agricultores han conseguido medidas del gobierno y aquí queremos lo mismo. No queremos tampoco actuar como los chalecos amarillos de Francia», sostiene, «sino solamente que los gobiernos miren por nosotros porque, y pongo solo un ejemplo, mientras a nosotros nos cuesta 500 euros arrancar una hectárea de frutal, en Cataluña no solo no les cuesta, sino que su gobierno les da 5.000 euros por hectárea».

Chamorro pide que Aseprex, la asociación a la que pertenece, esté en los foros de debate y lanza un órdago: «A quienes nos niegan ahora esa representatividad les digo que es más que seguro que tengan que hablar muy pronto con nosotros».

Cadenas de televisión

Desde el miércoles, Chamorro ha concedido decenas de entrevistas. Se lo rifaban ayer las grandes cadenas de televisión. Su teléfono móvil no daba abasto. «Me han llamado televisiones y me han llamado políticos de casi, y subrayo casi, todos los partidos para ofrecernos su apoyo», confesaba ayer sin identificarse con ninguno. «A todos les dije lo mismo: que si el campo, tal y como lo conocemos hoy, se va al garete, yo no voy a tener problema en vivir con un pequeño huerto y unos cochinos para alimentar a mi familia, pero sí que se irá al traste un sector que es motor económico de una comarca y de una región como elemento que fija población en el mundo rural por todos los jornales que proporcionamos, ahora que a todos los políticos se les llena la boca con la palabra despoblación. Por tanto, que lo piensen y reflexionen».