El SES reanudará este miércoles la vacunación con las dosis de AstraZeneca y ampliará su administración hasta el límite de los 65 años, según informa la Junta de Extremadura a través de un comunicado.

El Ejecutivo extremeño confirma que seguirá este plan de inmunización después de que se aprobara en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrado este lunes por la tarde.

En el mismo, se ratificó la propuesta a las comunidades autónomas de eliminar el límite de 55 años a la vacuna de AstraZeneca aunque, por operatividad y disponibilidad de dosis, se administrará por el momento solo a los menores de 65 años.

De este modo, el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, dará este martes más detalles de esta decisión en una rueda de prensa prevista a las 10.30 horas sobre cómo se organizarán los diferentes grupos que van a recibir la dosis de este laboratorio.

Hasta ahora, el plan de vacunación reservaba AstraZeneca a trabajadores esenciales menores de 55 años como bomberos, fuerzas de seguridad del Estado y docentes, así como sanitarios con menor riesgo de exposición y, posteriormente, a la población general de entre 45 y 55 años.

Por ello, en Extremadura, unos 14.000 usuarios (farmacéuticos, policías, docentes, fisioterapeutas...) ya han recibido la primera dosis de esta marca; la segunda se administra a los tres meses, de manera que este parón (que se esperaba de 15 días y al final ha sido de menos tiempo) no afectará para poder completar la pauta a tiempo.

No obstante, aunque esos fueran los grupos seleccionados y la edad límite establecida, varias comunidades (como es el caso de Cataluña, Madrid y Andalucía) llevaban semanas pidiendo que se eliminara ese tope en los años, tal y como han avalado organismos como la OMS y la EMA y han hecho todos los países europeos.

Habría que recordar que la inmunización con el preparado de la Universidad de Oxford se retoma después del parón decretado la semana pasada por el Ministerio de Sanidad mientras la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) dilucidaba si era la causa de varias decenas de casos de trombosis aparecidos en diversos países europeos, entre ellos España.