Ya resta muy poco para saber si la sociedad extremeña ha hecho bien los deberes y está preparada para el paso a la nueva normalidad. Esta decisión recaerá en el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, que este miércoles se reunirá en sesión ordinaria para dirimir si la situación epidemiológica de la región es favorable como para eliminar la mayoría de las restricciones que están vigentes para hacer frente al coronavirus, sobre todo las relacionadas con los horarios y aforos. En caso de llegar a un acuerdo y, según el modo de proceder en las fases anteriores, el siguiente paso será solicitar el visto bueno al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) para publicar la resolución en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) y que esta pueda entrar en vigor de manera inmediata.

Para que Extremadura pueda continuar su avance en la desescalada los parámetros de control de la pandemia deben seguir siendo positivos, principalmente los relacionados con la incidencia y los niveles de hospitalización, con especial atención a los pacientes que han desarrollado la enfermedad grave. Dicho esto, a día de hoy la incidencia acumulada a los 14 días se sitúa en 56,85 casos por cada cien mil habitantes (a seis puntos ya de alcanzar los niveles de riesgo bajo) y en los hospitales extremeños hay 46 personas ingresadas, de las que 10 están en UCI. 

El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, se ha pronunciado hoy sobre este asunto a través de sus redes sociales. «Comienza una semana que si todo sigue como va se adoptarán nuevas flexibilizaciones, para que nuestra vida consista en protegernos del virus, pero vivir lo más normal posible», ha manifestado. El pasado sábado también habló sobre esta cuestión el presidente del Ejecutivo autonómico, Guillermo Fernández Vara, quien se mostró confiado en que la región entrará esta semana en la fase de nueva normalidad, en la que «casi todo va a depender de nosotros mismos, de cada uno de nosotros, para lograr erradicar definitivamente de nuestras vidas una pandemia de la que nos tenemos que tener que acostumbrar a vivir». 

Cabe recordar que la región entró el pasado jueves en el nivel 1 de alerta sanitaria, que permitió ampliar las reuniones sociales hasta un máximo de 10 personas a menos que se trate de convivientes, así como aumentar los aforos en la hostelería y locales de ocio nocturno, entre otras medidas. De esta forma, si este miércoles se aprueba el ansiado paso a la nueva normalidad, se cumplirá con el calendario de desescalada fijado el pasado 10 de septiembre por el Gobierno regional, que ha permitido ir reduciendo las restricciones de una manera progresiva.