Extremadura es, con claridad, la comunidad autónoma española con una mayor implantación de la energía solar fotovoltaica. Más de una cuarta parte del total de la potencia instalada está en territorio extremeño, donde en 2021 esta tecnología volvió a experimentar un formidable crecimiento, con más de 1.200 nuevos megavatios puestos en producción, según las cifras que esta semana ha dado a conocer la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad. «Las cosas se están haciendo bien y con el volumen adecuado», resume José Donoso, director general de Unión Española Fotovoltaica (UNEF), quien pronostica que 2022 será «como mínimo igual» de positivo para el avance de esta energía solar. Recientemente, Donoso estuvo en Extremadura con motivo de una visita organizada por UNEF a Talayuela Solar, la planta de 300 MW de potencia operada por la multinacional noruega Statkraft en esta localidad cacereña y que acaba de cumplir su primer año de funcionamiento.

Con los datos de 2021 en la mano, ¿podría decirse que Extremadura se ha convertido en la principal ‘potencia’ fotovoltaica del país ya sin discusión? 

Bueno, hay otras comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, Castilla y León o Aragón que también están haciendo una apuesta muy importante en España por la fotovoltaica, pero lo que está claro es que Extremadura es en estos momentos una región líder y modélica en esta tecnología.

Además de las condiciones naturales, ¿cuál ha sido el factor decisivo para esta progresión?

Contar con una Administración regional que ha entendido que la energía solar fotovoltaica es una oportunidad económica para esta región, un tren que no se puede perder, y que ha puesto los medios para que se desarrolle. Pero que también sabe que esto no es una ‘barra libre’, y que trabaja de una forma seria, preseleccionando los proyectos desde el principio y diciendo ya cuáles pueden y cuáles no pueden seguir adelante. Se está realizando un proceso de acompañamiento de los proyectos para que estén bien definidos desde el principio y que la ratio entre los que se presentan y los que se aprueban sea elevada. Las cosas se están haciendo bien y con el volumen adecuado.

«Está claro que Extremadura es en estos momentos una región líder y modélica en su apuesta por la fotovoltaica»

Teniendo en cuenta la cartera de proyectos que hay en la comunidad autónoma, ¿cree que 2022 acabará con unas cifras similares de crecimiento?

Quisiera pensar que, incluso, se superen. Es algo que depende de las tramitaciones, porque algunos proyectos grandes necesitan de tramitación administrativa en Madrid, que parece que ahora se está desatascando. Si todo va bien, este año será como mínimo igual que 2021 y esperamos que incluso algo mejor.

Inciden en las medidas que se toman para que el impacto ambiental de estas plantas no sea excesivo, pero con un volumen tan elevado de proyectos, ¿se puede evitar?

No se trata de evitar de que el impacto sea excesivo, nosotros en los que hemos trabajado es para que el impacto sea positivo. Que después de 25 o 30 años el terreno de una planta, no es que esté igual que antes, es que esté mejor. Queremos que no se utilicen productos fitosanitarios, que no se remueva la tierra, que se hinque sin usar hormigón o que se pongan nidales, hoteles de insectos, majanos y humedales que ayuden a reproducirse a la fauna allí. Durante todo este tiempo ese terreno habrá descansado y, si le hacía falta, se habrá regenerado. Si somos ‘los buenos de la película’, queremos que todo se haga de acuerdo a eso, que sea igual de verde. Por ejemplo, cuando se utiliza la agrovoltaica [modalidad de instalación en la que los paneles se encuentran en medio de terrenos de cultivo] estamos promoviendo lo que llamamos la ‘bioagrovoltaica’, de manera que sea siempre agricultura ecológica para que esté en consonancia nuestra esencia de respeto por el medioambiente también con la actividad agrícola, no solo con la producción de energía eléctrica.

¿Será 2022 por fin ‘el año del autoconsumo’?

Yo creo que llevamos varios años que ya han sido ‘el año del autoconsumo’, que sigue creciendo y creciendo. De 2021 todavía no tenemos todos los datos, pero los que hemos empezado a recoger ya apuntan a que ha habido un crecimiento muy importante. Pero 2022, con el plan de ayudas del Gobierno con el Next Generation, creemos que puede ser rompedor para el autoconsumo. Si a eso le unimos las iniciativas para favorecer las comunidades energéticas, que es nuestro siguiente desafío, nos va a llevar a que 2022 sea muy bueno.

¿Serán entonces los fondos europeos el factor clave para el despegue definitivo del autoconsumo? 

Estoy más ilusionado con el impacto que va a tener el efecto demostración que con el propio efecto de este dinero, que además es algo que nosotros no hemos solicitado, es una decisión del Gobierno. Cuando desaparezcan las subvenciones, el efecto demostración, de haber hecho tantas instalaciones, hará que muchas personas vean la necesidad de hacerlas. 2023 esperamos que sea realmente espectacular.

«En la región se están haciendo las cosas bien y con el volumen adecuado»

La subida desatada del precio de la electricidad en la segunda mitad de 2021, ¿ha impulsado estas instalaciones domésticas?

Efectivamente, parte de quienes las han hecho es porque han visto que el autoconsumo puede ser una ‘vacuna’ contra estas subidas de precios tan desaforadas. 

¿Seguirán siendo necesarias grandes plantas como la de Talayuela aunque el autoconsumo alcance unos niveles elevados?

Sí, como hemos visto en la hoja de ruta que ha publicado el Gobierno, la hipótesis que se maneja es que se pueda llegar a entre 8 y 14 gigavatios de autoconsumo en 2030, pero el objetivo del PNIEC [Plan Nacional Integrado de Energía y Clima] son 39 de potencia instalada fotovoltaica, así que se necesita más. Y el PNIEC va a ser revisado dentro de dos años y esperamos que se haga al alza. Es imprescindible compensar el autoconsumo con plantas en suelo. Ahora bien, hay que hacerlas en zonas no protegidas y hacerlas bien, con esa mentalidad de, o reserva integral de la naturaleza, o bioagricultura, y dejando el mayor impacto socioeconómico positivo posible a las poblaciones locales.

¿Ha tenido la pandemia una repercusión negativa en los inversores internacionales para estos proyectos? 

No, la pandemia no ha afectado, el proceso ha seguido adelante. Es algo que temíamos pero que al final no ha tenido ningún impacto negativo. De hecho, el efecto ha sido positivo en el caso del autoconsumo doméstico, porque durante la pandemia mucha gente ha ahorrado dinero. La tasa del autoconsumo doméstico venía siendo del 5% y el año 2020, para nuestra sorpresa, se duplicó, y supuso el 10% de todo lo que se hizo. Mucha gente pensó que su dinero estaba mejor en el tejado que en el banco. H