Como bien muestra la historia, los paradores se han ido adaptando a los tiempos que acontecen. Casi un centenar de ellos en todo el país y varios esconden una evolución significativa: de conventos, castillos, palacios e incluso molinos a alojamientos que hospedan turistas. Sin embargo, no todos ellos han avanzado en una de las tendencias más demandadas de los últimos años: pet-friendly.

Tan solo 31 paradores permiten la presencia de mascotas en sus instalaciones, y tres de ellos, se encuentran en Extremadura: el Parador de Jarandilla de la Vera y el de Guadalupe en la provincia de Cáceres, y el Parador de Zafra en la provincia de Badajoz.

Concretamente, admiten perros y gatos de raza enana, pequeña o mediana (máximo 25kg) a razón de una mascota por habitación (no se permite el acceso de perros de razas peligrosas o potencialmente peligrosas), además de perros guía independientemente de su tamaño. Es necesario pagar un suplemento de 20 euros por noche y las habitaciones cuentan con un protocolo de limpieza aún más exhaustivo.

Los Paradores Pet Friendly están condicionados a un número limitado de mascotas por noche, por lo que el dueño debe contactar con el lugar, preferiblemente por vía telefónica, antes de formalizar la reserva. A la llegada, todos los huéspedes recibirán un kit de bienvenida para su animal compuesto por una cama para la mascota y un comedero con un alimento específico por cortesía de la marca Royal Canin.

Normas

El dueño debe estar pendiente en todo momento de su mascota, la cual, debe ir atada, en brazos o en transportín mientras se esté dentro del parador. Tampoco podrá quedarse sola en la habitación y el dueño debe acreditar la cartilla sanitaria con sus vacunaciones en regla y los seguros que en cada momento prevea la normativa aplicable. Respecto a las mascotas extranjeras, tienen que exponer Pasaporte Europeo de Animales de compañía.