Uno de los aspectos que demuestra que el pasado año se comenzó a recuperar la normalidad tras la pandemia es la evolución de la delincuencia. Según los datos aportados por la Fiscalía Superior de Extremadura, en la región han crecido casi un 9% los delitos con respecto al 2020 y se ha notado un aumento en prácticamente todos los tipos delictivos. Esto se refleja en la actividad del propio Ministerio Público, que tramitó el pasado año 32.700 diligencias previas, un 14,4% más que en 2020; e incoó 2.957 diligencias urgentes, casi un 25% más, según la memoria que ha presentado esta semana el Fiscal Superior de Extremadura, Francisco Javier Montero Juanes, su primera desde que tomó posesión el pasado mes de mayo.

No obstante, lo que más preocupa es que esas cifras han continuado escalando en este 2022. Así, según los datos que maneja la Fiscalía, procedentes del Ministerio del Interior y del Consejo General del Poder Judicial, en lo que va de este 2022 los delitos contra la libertad sexual se han incrementado un 44% y el número de menores implicados en delitos, como víctimas o como autores, ha aumentado cerca de un 70%. «Es en este 2022 cuando se ha alcanzado una normalidad prácticamente absoluta y la consecuencia es que su influencia en las cifras delincuenciales es más que preocupante», avanzó el fiscal superior.

«En este 2022 hay una absoluta normalidad y su influencia en la delincuencia es preocupante»

Francisco Javier Montero Juanes - FISCAL SUPERIOR DE EXTREMADURA

Por lo que respecta a 2021, según la memoria del Ministerio Público regional, repuntaron los delitos contra la libertad sexual y los de violencia de género. En cuanto a los primeros, destacan las agresiones sexuales, que se incrementaron casi un 9% con respecto a 2019, con 68 registradas frente a las 62 del 2019 (realiza la comparativa con ese año porque las cifras de 2020 no las considera reales, al estar en pandemia). También crecieron los abusos sexuales a menores, que han pasado de 26 en 2019 a 28 en 2021 (un 7,1% más); el acoso digital a menores, con cuatro causas incoadas el pasado año; y la difusión de pornografía, con cinco casos registrados (un 37,5% más). Además el año pasado hubo en la región siete agresiones sexuales a menores, 140 casos de abusos y 13 de acoso sexual.

Del mismo modo preocupa el repunte en la violencia de género. Según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General de Poder Judicial, en 2021 se presentaron 2.592 denuncias, un 14,6% más que el año anterior, y se acordaron 615 órdenes de protección (un 23% más). Se contabilizaron 2.589 mujeres víctimas de violencia de género (un 16,3% más), de las que 2.229 eran de nacionalidad española (el 86,1%); el resto, extranjeras. El dato es «demoledor», tal y como refleja el propio fiscal superior en su memoria.

Violencia doméstica

También se aprecia un incremento de la violencia doméstica, a juzgar por la actividad de los fiscales en esta materia. En 2021 se incoaron 326 diligencias, un 5,84% más que en 2020 y un 34,45% más que hace dos años, y los procedimientos abreviados (un proceso penal especial que se utiliza para agilizar la instrucción, enjuiciamiento y fallo de ciertos delitos) se incrementaron un 63,04% con respecto al año anterior. La mayor parte de los implicados en los delitos fueron hijos (119) y padres (108).

En 2021 crecieron un 9% todos los delitos, aunque la tasa de criminalidad es la más baja del país

Las estafas electrónicas concentran el mayor aumento de la historia, tal y como reconoció Montero Juanes. Ya se dispararon en 2020, situándose como uno de los delitos más denunciados en pandemia, con un incremento del 126%. Y en 2021 crecieron un 44,1% con respecto al año anterior. La fiscalía tiene constancia, además, de 40 casos de extorsión el pasado año y de 79 de defraudación de fluido eléctrico.

Por otro lado, en 2021 se investigaron 37 causas por homicidio (19 dolosos y 18 imprudentes), 11.378 por lesiones, la mayoría dolosas (7.283), aunque también por imprudencia (2.641) y por violencia de género y familiar (1.244). Estas últimas han crecido solo casi un 6% con respecto al año anterior, a pesar de que los delitos de violencia de género y doméstica se han incrementado mucho más.

Los únicos delitos que han caído de forma drástica han sido las resistencias y desobediencias a los agentes de autoridad, que notaron un importante incremento en el año 2020 debido precisamente a las restricciones impuestas por la pandemia. En concreto descendieron un 72% el pasado año, pasando de 347 diligencias incoadas en 2020 a 97 el pasado 2021.

No obstante, la tasa de criminalidad en la región se mantiene como la más baja del país y se sitúa en 25,7 delitos por cada 100.000 habitantes. Por provincias, esta tasa de infracciones penales es del 27% en el caso de Badajoz y del 23,5% en el caso de Cáceres

Debido a este repunte de la delincuencia ha crecido también el trabajo de los fiscales, por lo que Francisco Javier Montero reivindicó más medios en las fiscalías provinciales. «Debo señalar la absoluta insuficiencia de las plantillas fiscales en todos sus órganos territoriales, que alcanzan ratios inaceptables», aseguró. En concreto, en 2021 realizaron 5.439 escritos de calificación, un 27,22% más, lo que supone una ratio de unas 100 calificaciones por fiscal. Y asistieron a 6.538 juicios orales de lo penal, un 40,64% más que el año anterior, lo que supone unas 120 vistas al año por fiscal.