NUEVA INICIATIVA EMPRESARIAL

El matadero de Olivenza reabre sus puertas y se ampliará para transformación

Un empresario turco se hace cargo de las instalaciones, cerradas desde 2019 por una deuda de 400.000 euros con la Seguridad Social. Tras una "importante inversión" para su puesta a punto, sacrificará corderos, terneras y cabras bajo el rito halal

Sacrificio de animales en el matadero de Olivenza, en una imagen de archivo.

Sacrificio de animales en el matadero de Olivenza, en una imagen de archivo. / EL PERIÓDICO

Cuatro años después, el matadero de Olivenza reabre sus puertas. Un empresario turco, Hasan Izgi, se ha hecho cargo de las instalaciones y "tras una importante inversión" para su puesta a punto, ha comenzado a sacrificar corderos, terneras y cabras bajo el rito halal, destinadas al mercado árabe. "Es una muy buena noticia", afirma el alcalde de Olivenza, Manuel José González Andrade, que apunta que la intención de Izgi es poner en marcha una segunda línea de sacrificio para doblar la producción y ampliar las instalaciones para que la carne se pueda transformar también en el matadero oliventino.

Las instalaciones han comenzado a funcionar con 32 empleados, una cifra que aumentará hasta superar los 200 cuando esté a pleno rendimiento. Desde que se pusiera en marcha hace unas semanas, están sacrificando entre 4.000 y 5.000 corderos y unas 1.000 terneras por semana que se destinan sobre todo al mercado árabe y otros clientes que Izgi tiene en Alemania: el empresario ya tenía allí un matadero, pero ha cesado su actividad después de que el país germano haya prohibido el sacrificio de animales bajo el rito halal.

González Andrade apunta que tras varios años cerradas, las instalaciones estaban "totalmente obsoletas", por lo que ha sido necesario acometer una importante inversión para retomar la actividad. "Desde el sistema eléctrico hasta la depuración de aguas", apunta. Según el alcalde, el empresario ha demostrado su intención de remontar en el matadero, pero también reconoce que en el pueblo los vecinos están "expectantes" tras varios intentos fallidos en los últimos años.

Parado desde 2019

El matadero de Olivenza se terminó de construir en el año 2009 y tras su inauguración, pasó a manos de la familia Ruiz Mateos a través de Cárnicas Oliventinas, que llegó a contratar personal pero nunca llegó a ponerlo en marcha. Tras la quiebra de Nueva Rumasa, entró en concurso de acreedores y en 2014 el matadero fue adquirido por Golden Worldwide Trade, una compañía propiedad de un empresario español de origen jordano, Ahmad Al Khatib, que lo volvió a poner en funcionamiento.

Pero tuvo que volver a cerrar a principios de 2019, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) diera la razón a la Seguridad Social, que denunció que la sociedad tenía una deuda cercana a los 400.000 euros por una supuesta sucesión de empresas de los antiguos propietarios. Esto produjo un «colapso económico» en la compañía porque la administración advirtió a los clientes y proveedores de la situación y estos perdieron la confianza y dejaron de suministrar carne.

Según explicó entonces Al Khatib, desde el primer momento trataron de hacer ver a la Seguridad Social que no habían cometido ningún delito ya que compraron unas instalaciones, un inmueble, y no una empresa. Golden Worldwide no entendió la decisión del TSJEx y presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Supremo, que finalmente en junio de 2022 le dio la razón y anuló la resolución del TSJEx.

Las instalaciones ya tenían nuevamente vía libre para funcionar y finalmente, Golden Worldwide ha optado por alquilarlas al empresario turco Hasan Izgi, que de nuevo las ha puesto en funcionamiento con visos de continuar e incluso ampliarlas. Según González Andrade, su intención es poner en marcha una segunda línea de sacrificio para doblar la producción (con la que existe ahora puede llegar a matar 120 cerdos, 200 corderos y 45 vacas por hora) y ampliar las instalaciones para que la carne se pueda transformar también en Olivenza.

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