la unión de consumidores de extremadura está recogiendo las quejas y asegura que mucha gente aún no se ha enterado

Más de un centenar de extremeños reclaman por el fraude del aceite

Hay ya más 85.000 litros inmovilizados de 13 marcas, ninguna de ellas es extremeña, destaca Sanidad. La UCE alerta de que hay familias que han comprado aceite para el año y se han gastado más de 300 euros. A muchos usuarios se les está devolviendo el dinero, pero «el problema está en los mercadillos»

Usuarios compran aceite en un establecimiento.

Usuarios compran aceite en un establecimiento. / EFE

No dejan de aumentar los afectados por el presunto fraude en la comercialización de hasta trece marcas de aceite de oliva virgen extra que carecían de registro sanitario y de las que al menos dos ya se ha demostrado que estaban compuestas por aceite lampante (no apto para el consumo) y otros refinados. Desde que se diera la voz de alarma y Sanidad retirara del mercado las primeras marcas, se han inmovilizado ya más de 85.000 litros de aceite y la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha recogido más de cien reclamaciones de usuarios afectados. Y son solo una parte de la realidad: «hay mucha gente que todavía no se ha enterado de la estafa y seguimos recibiendo llamadas», cuenta Lali Bermejo, técnico de la Unión de Consumidores de Extremadura.  

Desde este organismo están recomendando a los consumidores que soliciten la retirada y la devolución del dinero en el establecimiento en el que adquirieron el producto. Pero esto no está resultando sencillo, asegura Bermejo, porque los tickets de compra de los supermercados no suelen durar más de 24 o 48 horas en los bolsillos de los usuarios. «El comercio de proximidad sí lo está devolviendo con más o menos normalidad, pero el problema principal está en el aceite que se ha vendido en los mercadillos, porque se ha vendido en todos los mercadillos de la región. Son espacios donde no se suele exigir el ticket de compra, pero es un espacio homologado más para la venta y deberían tanto expedir el recibo de compra como tener hoja de reclamaciones», recuerda. Sin embargo, según las experiencias recogidas por la UCE, es en estos espacios donde se están negando más devoluciones. «Lo hemos puesto en conocimiento de la administración porque habrá que darle una solución a esos consumidores». 

La recomendación de la UCE ante las negativas es pedir la hoja de reclamaciones y dejar constancia cuando se deniegue la devolución del aceite fraudulento. Y en algunos casos son cantidades elevadas: «Tenemos familias que han comprado alguna de estas marcas de aceite en cantidades superiores a los 300 euros porque lo han comprado para todo el año», señala la técnico Lali Bermejo.

En cuanto a los comercios expendedores de este producto, que también están siendo víctimas del fraude, las autoridades sanitarias han procedido al precinto de la mercancía aún sin vender y serán las que determinen cómo y cuándo se procede a su recogida. De momento, gran parte del producto sigue en los almacenes de muchos establecimientos, que a su vez también deberán reclamar la devolución del dinero a sus proveedores. 

«Los fraudes los sufrimos a diario»

Hay que recordar que la Guardia Civil tiene abierta una investigación para tratar de esclarecer los hechos y será quien finalmente tramite la denuncia a la Fiscalía sobre esta cuestión. Desde la administración regional le están proporcionando toda la información de las muestras que se están analizando. «No parece que sea un problema de salud pública según los primeros análisis de los aceites, pero sí es una estafa alimentaria», señala Bermejo, que recuerda que fraudes «los sufrimos diariamente con otros productos y sobre todo en las navidades». No son pocas las veces que desde la UCE denuncian productos que se venden con unas características que no tienen en realidad: «ocurre con el panga que se vende como mero, por ejemplo. Eso es otra estafa. Y ha ocurrido también con el jamón ibérico. Situaciones de este tipo las vivimos diariamente, pero aquí se ha dado un paso más porque ese aceite no se puede consumir en Europa por su mala calidad». 

Tras conocerse que las dos marcas de aceite analizadas hasta el momento mantienen el mismo compuesto no apto para el consumo (lampante), el consejero de Sanidad, José María Vergeles, subrayó ayer que en esta situación es importante «preservar la reputación» de los aceites extremeños y dejó claro que no hay ninguna marca extremeña implicada en este fraude. «Es necesario eliminar el daño reputacional que hacen estas pocas marcas, que parecen que han cometido algún tipo de fraude, incluso utilizando aceites que no son aptos para el consumo humano, frente a unas marcas como son las extremeñas que en este momento no tenemos ninguna sospecha sobre ellas», dijo ayer José María Vergeles en Plasencia, según recoge Efe. 

El consejero también señaló allí que se ha incrementado el número de muestras realizadas y hay ya más de 85.000 litros inmovilizados de las 13 marcas afectadas hasta la fecha: Acebuche, Virgen del Guadiana, Cortijo del Oro, La Campiña de Andalucía, Galiaceite 2022, La Abadía, Villa de Jerez, Don Jaén Aceite 2019, Imperio Andaluz, Vareado, La Esmeralda, Los Milagros y Almazara Fernández.

El testimonio de una vendedora y consumidora: «Nos han hecho una putada»

El supuesto fraude del aceite de oliva tiene en vilo a los propietarios de una frutería cacereña que adquirió varias cajas de la marca Cortijo de Oro, una de las trece afectadas, para venderlo en sus establecimientos. «Nos lo ofreció hace unos dos meses un proveedor en el mercadillo, ponía que estaba envasado el 31 de enero y tenía buen precio porque estaba a 20 euros la garrafa de cinco litros, así que decidimos comprar un palé y ofrecer algo más a nuestros clientes, pero nosotros nos dedicamos a la fruta. De hecho, yo me quedé con dos cajas para consumirlo en casa y ya habíamos agotado una garrafa. Es que se lo he estado dando incluso a mi hija», dice Fátima. 

El problema llegó cuando saltó la alerta sanitaria. «Vinieron a la tienda y nos precintaron lo que teníamos, no es mucho, porque no llegamos a comprar mucho, pero sí hemos vendido aceite». A quienes les llevan el ticket de compra o incluso a los clientes que conoce y sabe que compraron aceite, aún sin tener ticket, Fátima les está devolviendo el dinero de su compra sin problema, «pero es que hay gente que no ha comprado en mi establecimiento y viene reclamándome la devolución porque hay tiendas que no se están haciendo cargo y en Cáceres son varias. Es una putada para nosotros porque se lo tengo que negar y estoy ‘agobiadita’ con este tema porque nosotros en casa nos hemos bebido ya la garrafa entera». Además, dice que tampoco sabe muy bien cómo deben actuar porque nadie les ha comunicado nada. 

La persona que a ella le vendió el aceite ha puesto el asunto en manos de un abogado y no está recogiendo ni devolviendo nada por el momento. «Al final los perjudicados somos nosotros, los pardillos. Ese aceite nunca deberían haberlo dejado salir al mercado porque no tiene registro sanitario», cuenta.

Y ya no solo le preocupa la salud de su propia familia, sino también su clientela. «Es que a las tiendas pequeñas como nosotros una cosa así nos puede hacer mucho daño, hemos sido los tontos de turno y lo que queremos es una solución. Qué alguien nos diga cómo tenemos que actuar. Porque yo estoy devolviendo dinero a mis clientes, pero a mí no me devuelve nadie nada. Esto es una cadena y quien debe pagar el pato es quien haya cometido el fraude».

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