La Feria Rayana de Moraleja, que se celebra a finales de agosto y principios de septiembre, es todo un acontecimiento comercial que reúne a las principales firmas comerciales de Extremadura y de las zonas Centro y Sur de Portugal. De hecho durante la última edición, la vigésimo segunda, asistieron más de 100.000 personas, un 6 por ciento más que el año anterior. Con más de veinte años de trayectoria, la Feria Rayana ya alcanza importantes cifras de negocio y cada año crece el número de expositores un 10 por ciento, rondando el centenar. La Feria Rayana se presenta hoy a las tres de la tarde en el estand de Extremadura en Fitur.

El marco en el que se desarrolla la feria es tan importante como su contenido. La Feria Rayana se desarrolla en el Parque Fluvial Feliciano Vegas, de 35.000 metros cuadrados de superficie, que desde 2012 acoge el encuentro. La Feria Rayana muestra el visitante una variada oferta de productos de la agricultura, la ganadería, los servicios auxiliares a empresas, el comercio, las energías renovables, la artesanía, el ocio y el turismo.

La zona exterior está ocupada por maquinaria agrícola e industrial, empresas de fertilizantes, equipos para el riego, vehículos y material ganadero, así como una nutrida presencia de productos artesanos de la Sierra de Gata y de zonas de Portugal. También acoge una exposición de ganado selecto de razas de equino, bovino y ovino. La programación durante estos días es muy completa, con actividades para todas las franjas de edades. Otro aliciente de la Feria Rayana es la minicumbre hispano-lusa que se desarrolla juntamente con el encuentro comercial. Tiene lugar en la casa de cultura de Moraleja y cuenta con la presencia de distintas autoridades que exponen sus puntos de vista sobre el intercambio de experiencias y las posibilidades de acometer proyectos de forma conjunta. Moraleja tiene además durante el año otros encantos, especialmente para los amantes de las aves, entre los que destacan las Jornadas de Orniturismo Moraleja Vuela, y enclaves naturales como El Chorrerón, el Centro de Interpretación del Regadío en Las Cañadas o El Parque Fluvial Feliciano Vegas con piscina natural propia, como puntos Punto de Interés Ornitológico (PIO).