El secretario general de la ONU, Kofi Annan, propuso ayer la reforma más ambiciosa de la organización internacional (191 miembros) en sus 60 años de historia, para sacarla de la postración en que la han hundido las divisiones sobre la guerra de Irak, la presunta corrupción en el programa Petróleo por Alimentos para ese país, y los abusos sexuales perpetrados por cascos azules en la República Democrática del Congo. Annan advirtió de que las 63 páginas de su propuesta no son "un menú a la carta", sino un "paquete completo" que debería ser aprobado el próximo septiembre.

"Lo que propongo es una estrategia completa" para actualizar la ONU frente a los desafíos del siglo XXI, dijo Annan. "Todos sabemos cuáles son los problemas", añadió. Acto seguido, desafió a los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo a "estar dispuestos a tomar decisiones cuando vengan aquí" para participar en la cumbre sobre la reforma de la organización, prevista para septiembre.

AVISO A EEUU El jefe de la ONU recalcó que los miembros de la organización deben evitar "la tentación" de apoyar sólo aquellas propuestas "que les gustan especialmente" de su larga receta para los males de la organización, basada en el centenar de ideas presentadas en noviembre por una comisión de expertos. "Creo que hay muchas cosas en este informe que deberían agradar a muchos estados, incluyendo a EEUU", explicó. El portavoz de la misión estadounidense ante la ONU, Richard Grenell, replicó que es prematuro opinar sobre las propuestas del secretario general, pero aseguró: "Estamos considerándolas a fondo".

"En el mundo de hoy, ningún Estado, por poderoso que sea, puede protegerse por sí solo", advirtió Annan, en una velada referencia al unilateralismo mostrado por EEUU con acciones como el ataque a Irak, que crearon graves disensiones en la ONU. Por ello, además de proponer que sea el Consejo de Seguridad el que se encargue de establecer los principios bajo los cuales se puede autorizar el uso de la fuerza, Annan recomendó el refuerzo de la seguridad colectiva por medio de una "nueva estrategia global" contra el terrorismo.

"Esta amenaza se ha hecho más urgente en los últimos cinco años", explicó el jefe de la ONU, refiriéndose a las redes trasnacionales de terroristas que perpetran atentados en diferentes lugares del mundo, como demuestran el 11-S en EEUU y el 11-M en España. Para cortarles el paso, Annan propuso una "estrategia" apoyada en cinco puntos: disuadir a quienes usan y apoyan el terrorismo, privar de financiación y materiales a los terroristas, disuadir a los países de patrocinar al terrorismo, desarrollar su capacidad para derrotarlo y defender los derechos humanos. El dirigente instó también a la comunidad internacional a "finalizar una convención completa sobre el terrorismo" antes de fin de año.

El jefe de la ONU pidió también a todos los países que "cooperen totalmente" con el Tribunal Penal Internacional y "entreguen a las personas que solicite", en otra velada referencia a Estados Unidos, que ha dado la espalda a esta instancia.

LOS APOYOS Annan defendió la ampliación de este órgano de 15 a 24 miembros. Entre los candidatos a ingresar en el Consejo de Seguridad están Japón, Alemania, Brasil, la India, Nigeria y Suráfrica. Según un sondeo efectuado en 23 países por la cadena televisiva británica BBC, Tokio y Berlín son las dos capitales cuya candidatura tiene más apoyo para ingresar en el Consejo como miembros permanentes.