El no volvía ayer superar al sí en la intención de voto, y sus portavoces se crecían, empezando por el socialista Laurent Fabius y el líder antiglobalización José Bové. Los periodistas del sector audiovisual protestaban por las presiones a favor del sí en los medios, y el CSA (máxima autoridad del sector) les daba la razón, recordado el principio de equidad. Jospin y Delors ya pueden movilizar a los pesos pesados europeos: hará falta un milagro. Pero si el Tratado Constitucional embarranca en Francia será sobre todo por la división de la izquierda.

*Catedrático de Ciencia Política.