Arabia Saudí advirtió al Gobierno británico de la inminencia de un ataque terrorista de envergadura en Londres, semanas antes del 7-J. Los servicios de espionaje de la monarquía saudí habían interceptado llamadas de uno de los dirigentes de Al Qaeda, Karim al Majati, a una posible célula terrorista en Londres, lo que les puso sobre la pista de un inminente atentado extremista, según publicó ayer la prensa británica.

Majati, ciudadano marroquí que residía en Arabia Saudí y que murió a manos de la policía de ese país el 15 de abril, estaba considerado como uno de los cabecillas de Al Qaeda en la zona y se le había relacionado con los atentados de Casablanca y Madrid. Además, miembros de la organización de Osama bin Laden cursaron transferencias de dinero y enviaron códigos cifrados a través de teléfonos móviles a una base operativa de esta organización en el Reino Unido, que podría estar vinculada a los atentados de Londres.

SIN RESPUESTA OFICIAL Aunque el Gobierno no ha querido comentar las revelaciones, --"no comentamos informaciones acerca de los servicios de espionaje", dijo el Foreign Office--, el embajador saudí en Londres, el príncipe Turki al Faisal, confirmó, en una entrevista a The Sunday Telegraph , que su país se puso en contacto con el espionaje del Reino Unido para advertir sobre un posible ataque. Estas revelaciones pueden suponer un giro en la investigación, que estaba centrada en la conexión paquistaní.

En el caso de que se confirme este dato, los servicios de seguridad británicos deberán justificar por qué no hicieron caso de la advertencia. EEUU anunció ayer que cerrará dos legaciones diplomáticas en Dahran y Yeda por amenazas de atentados.

Paralelamente, tres clérigos musulmanes residentes en el Reino Unido se exponen a penas de cárcel por justificar acciones terroristas. El fiscal general, Peter Goldsmith, se reunirá con representantes de la policía para estudiar las acciones legales a tomar por comentarios "incendiarios". Uno de los clérigos, Abú Uzair, miembro del grupo extremista vinculado a la organización Al Muhajiroun, elogió la semana pasada a los terroristas suicidas del 7-J. El líder espiritual de este grupo, Omar Bakri Mohamed, llegó a afirmar que apoyaría la toma de rehenes en escuelas londinenses si era por una causa justa.

Hoy, Yasín Hasán, inculpado ayer por los atentados frustrados del 21-J, comparecerá en un tribunal especial dentro de la prisión de Belmarsh, donde se juzgan casos de terrorismo. El británico de origen indio Haroon Asuat, sospechoso de estar implicado en el 7-J, llegó ayer al país tras ser extraditado por Zambia. Ayer, cuatro pacifistas fueron detenidos por la policía cuando se manifestaban ante el Parlamento contra las nuevas leyes del Gobierno.