EEUU tiene ya listo un plan secreto para combatir el terrorismo a escala mundial y castigar fulminantemente a quienes se atrevan a perpetrar otro gran atentado contra la superpotencia, que ha sido aprobado por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Apoyado en una mayor intervención de las fuerzas especiales del Ejército fuera de zonas de guerra como Irak o Afganistán, el plan es ahora la prioridad del Pentágono y su proyecto más ambicioso para frenar al terrorismo, reveló ayer The Washington Post .

Tras tres años de planificación, el Comando de Fuerzas Especiales en Tampa (Florida) ha diseñado una estrategia en tres partes: una campaña antiterrorista a escala global, otra dirigida específicamente a neutralizar a Al Qaeda y grupos terroristas similares, y un plan para desarticular y responder a un posible atentado de grandes proporciones contra EEUU.

FUERZAS DE ELITE El mayor protagonismo de los militares en la lucha antiterrorista ya se ha puesto en práctica con el envío de pequeños grupos de fuerzas de élite a las embajadas de 20 países en Oriente Próximo, Asia, Africa y América Latina. Su misión consiste en reunir información y planificar posibles operaciones en países que no se encuentran en guerra. Para ejecutar estas operaciones "no necesitamos la aprobación del embajador", aclaró una fuente del Pentágono al Post .

Los tres capítulos del plan describen un amplio menú de operaciones antiterroristas públicas o clandestinas, desde ataques a campos de entrenamiento de terroristas hasta acuerdos con ejércitos extranjeros para eliminar a sus dirigentes, sus bases o sus refugios. También se detallan "qué terroristas o tipos malos atacaríamos si nos quitáramos los guantes, y aún no nos los hemos quitado", dijo otra fuente militar.