Bush solicita más dinero para la guerra y recorta el gasto social

La crítica demócrata al presupuesto que presentó ayer en el Congreso el presidente de EEUU, George Bush, fue inmediata, pero era ilógico esperar cualquier otra reacción. Son sus primeras cuentas ante dos cámaras con mayoría de la oposición y Bush pide a esos legisladores 2,9 billones de dólares (2,24 billones de euros), incluyendo un importante aumento de fondos para Irak. A la vez, y para cumplir su objetivo de eliminar el déficit en cinco años, Bush intenta promover un recorte de gastos que afectan a la cobertura social de los ciudadanos, sobre todo a los ancianos y a los más pobres. El debate de las cuentas se augura largo y complicado pero su mera presentación es una declaración de principios de la Casa Blanca.

El aumento en el presupuesto del Pentágono es el elementos más destacado de las cuentas. Los 622.000 millones de dólares (481.000 millones de euros) destinados a Defensa reflejan un aumento del 62% en el presupuesto del departamento comparándolo con el que tenía en el 2001. Defensa engullirá casi uno de cada cuatro dólares que los estadounidenses pagan en impuestos. De esa partida, 141.000 millones de dólares irán destinados a cubrir los gastos de guerra en Irak y Afganistán.

Las proyecciones de Bush no incluyen gastos militares en la llamada guerra contra el terror a partir del 2009, lo que ayer motivó una pregunta al presidente sobre si eso se puede interpretar como una señal de que se prevé para entonces una retirada. "No marcaremos calendarios".

FUTURO INCIERTO La falta de datos de futuro como esos son los que motivaron parte de las críticas y denuncias de los demócratas al presupuesto que consideran irreal, sobre todo en su idea de que en cinco años se habrá acabado con el déficit. "Este presupuesto está lleno de deudas y engaños, no está conectado a la realidad", denunciaba Kent Conrad, presidente del comité de Presupuestos en el Senado.