La exigencia de una reforma electoral del sistema británico ha saltado a la calle. Un millar de manifestante congregados a las puertas del cuartel general de los liberal demócratas, donde Nick Clegg se hallaba reunido con la cúpula del partido, han pedido un cambio en el reparto de votos. Los manifestantes han entregado a Clegg una petición respaldada por 22.000 firmas con esta exigencia, entre gritos de "no más votos malgastados" y "queremos la reforma ya".

Clegg ha abandonado la reunión en la que se encontraba y en medio de una ovación, desde el umbral de los cuarteles generales del partido, en Smith Square, se ha dirigido a los simpatizantes, prometiendo persistir en los principios que ha venido defendiendo hasta ahora "y por los que entré en política". Clegg les ha pedido que mantengan su viva su reclamación a favor de la reforma a través de las asociaciones locales.

Las conversaciones entre liberales y conservadores comenzaron ayer, a puerta cerrada, pero se encuentran de momento en una etapa inicial. Mañana habrá un nuevo encuentro del equipo negociador, pero al menos hasta el lunes no se espera ningún tipo de declaración formal sobre un posible pacto o coalición, que permitiera a David Cameron formar un gobierno estable.