Escándalo sexual

Cerrada la investigación contra Huw Edwards, el presentador de la BBC acusado de comprar fotografías sexuales a un menor

La Policía Metropolitana de Londres ha dado carpetazo a la investigación

Huw Edwards.

Huw Edwards. / BBC

Lucas Font

La Policía Metropolitana de Londres ha cerrado la investigación contra Huw Edwards, el presentador de la BBC acusado de comprar fotografías sexuales a un menor y cuya identidad había permanecido en secreto hasta ahora. La mujer del periodista, Vicky Flind, ha sido quien ha revelado el nombre de su marido poco después de que se confirmara el cierre de la investigación. Flind ha explicado en un comunicado, publicado por la agencia de noticias PA, que su esposo está recibiendo "atención en un hospital, donde permanecerá en el futuro más próximo" debido a sus "serios problemas de salud mental". 

Unos problemas que arrastraba desde hacía años y que se han incrementado con los acontecimientos de los últimos días. "Hago esto pensando principalmente en su bienestar mental y para proteger a nuestros hijos", ha explicado la esposa del presentador, quien ha confirmado que este tuvo conocimiento de las acusaciones el pasado jueves, un día antes de que el diario 'The Sun' revelara que había comprado presuntamente fotografías sexuales a un menor durante tres años por un valor total de 35.000 libras (más de 41.000 euros). La BBC ha confirmado que continuará con su investigación, a pesar de la decisión de la policía.

Cara conocida

Edwards, de 61 años, era hasta ahora el presentador del informativo nocturno 'BBC Ten O'Clock News', el programa bandera de la cadena en esa franja. En su dilatada trayectoria profesional, de más de 40 años, había relatado acontecimientos históricos como la muerte y el funeral de Isabel II o la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton. Su identidad era un secreto a voces dentro de la corporación, y muchos de sus compañeros de profesión habían pedido en los últimos días que diera la cara para detener el daño que el escándalo ha provocado a la cadena pública británica.

Algunas de las personas que han trabajado con él le han mostrado su apoyo después de que su nombre haya sido revelado públicamente. Entre ellos el antiguo jefe de noticias de la BBC, Tim Luckhurst, quien ha lamentado que se haya visto envuelto en este escándalo y quien ha destacado su compromiso y profesionalidad. "Es un hombre enormemente generoso, un hombre que ha hecho mucho por ayudar a los demás en la BBC en sus carreras, y que siempre estuvo dispuesto a trabajar muy duro", ha explicado a la propia cadena. Otros compañeros de profesión han señalado que Edwards representaba los valores de la corporación y han confiado en un futuro regreso una vez concluída la investigación interna y resueltos sus problemas de salud.

Cinco días de escándalo

La salida a la luz de este caso ha provocado una oleada de críticas en los últimos días hacia los principales directivos de la BBC, entre ellos el director general, Tim Davie, acusados de no haber actuado de forma correcta. La cadena recibió una queja por parte de la madre denunciando al presentador el pasado 19 de mayo, aunque las acusaciones no fueron estudiadas en profundidad hasta el jueves pasado. Según la versión de la madre de la presunta víctima, el envío de fotografías sexuales había permitido que esta ahondara en su adicción al crack y a la cocaína. Unas declaraciones que fueron desmentidas cuatro días después por el abogado del menor, que calificó lo publicado en 'The Sun' como "basura". Según el representante de la presunta víctima, no se produjo nada "ilegal" o "inapropiado" entre esta y el presentador.

A las acusaciones de la madre se han sumado en los últimos días las de otras tres personas. Una de ellas, un joven de 20 años, ha asegurado que conoció a Edwards a través de una aplicación de citas y que este le envió mensajes amenazantes después de que el joven amagara con revelar su identidad públicamente. Otra persona, de 23 años, le ha acusado de romper las reglas dela Covid en 2021 para ir a visitarle a su domicilio, donde mantuvieron un encuentro durante una hora. Ninguna de estas acusaciones han sido investigadas formalmente por la policía, aunque las consecuencias negativas en la reputación de la BBC y en la del propio Edwards parecen insalvables por ahora.