Los limites de la libertad de expresión

Dinamarca y Suecia refuerzan el control de sus fronteras ante la alarma por las quemas del Corán

"El Gobierno se toma muy en serio la seguridad del país y las alertas de amenazas sobre esta", afirmó el Gobierno danés

Reunión del gabinete de crisis del Gobierno danés para analizar las medidas a tomar por la alerta generada con las quemas del Corán.

Reunión del gabinete de crisis del Gobierno danés para analizar las medidas a tomar por la alerta generada con las quemas del Corán. / EFE

Marina Ferrer

Dinamarca ha reforzado el control de sus fronteras, principalmente la terrestre con Alemania, ante la alarma causada por las sucesivas quemas del Corán en su territorio y las airadas protestas del mundo islámico. El Gobierno danés, liderado por la socialdemócrata Mette Frederiksen, anunció este viernes la medida, con carácter inmediato y que se mantendrá en principio toda una semana, dos días después de que Suecia adoptara asimismo medidas especiales por la misma razón. "El Gobierno se toma muy en serio la seguridad del país y las alertas de amenazas sobre esta", afirmó el Ministerio del Interior, a través de un comunicado.

Frederiksen y el jefe del Ejecutivo sueco, el conservador Ulf Kristersson, están analizando la posibilidad de restringir esas quemas o prohibirlas, al menos cuando se convoquen ante embajadas extranjeras o ante mezquitas. Sin embargo, se considera que será un proceso largo y dificultoso, ya que este tipo de acciones están amparadas por el derecho a la libertad de expresión tal como lo contemplan sus respectivas constituciones. La oposición de uno y otro país han criticado las propuestas orientadas hacia cualquier tipo de restricción.

Los actos hasta ahora registrados, previamente anunciados como manifestación y autorizados por la policía, no se puede considerar que alteran el orden público, ya que en este tipo de quemas participan una o dos personas, protegidas por un cordón policial. Hasta ahora, las acciones más notables y que mayores protestas han desencadenado han procedido de un reconocido neonazi sueco-danés, Rasmus Paludan, y un refugiado iraquí residente en Suecia, Salwan Momika.

Disturbios en Bagdad

Las protestas contra estos actos en los propios países nórdicos no han generado mayores problemas en el orden público, mientras que en YemenIrak Turquía han derivado en disturbios. Los más notables fueron los registrados en la embajada sueca de Bagdad, que asaltaron e incendiaron cientos de manifestantes. Ocurrió a raíz de la convocatoria de Momika de una sus acciones en Estocolmo y precisamente ante la embajada de su país de origen.

Tanto el Gobierno sueco como el danés han condenado cada una de las quemas del Corán u otras formas de profanación del libro sagrado de los musulmanes, que además ha generado conflictos diplomáticos y fuertes condenas de sucesivos países de población mayoritariamente musulmana.

El conjunto de la Unión Europea (UE) ha expresado asimismo su rechazo a lo que el Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, calificó de "provocación intolerable".