Guerra en Oriente Próximo

Biden viajará mañana a Israel y Jordania para intentar evitar una escalada en el conflicto

El presidente de Estados Unidos mantendrá en Ammán se reunirá con el rey Abdalá; el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi; y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas

Joe Biden

Joe Biden / Europa Press/Contacto/Samuel Corum

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja este miércoles a Israel y Jordania en una misión de alto voltaje político. Por un lado, el mandatario, que se reunirá con el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, va a reforzar el 

 en su respuesta al ataque lanzado el 7 de octubre por Hamás, en el que mataron a más de 1.400 personas y tomaron unos 250 rehenes. A la vez, Biden, que en Ammán mantendrá encuentros con el rey Abdalá; el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi; y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, hace esfuerzos para intentar evitar el deterioro de la crisis humanitaria en Gaza y tratar de impedir que la crisis derive en un conflicto regional.

El viaje a Israel ha sido anunciado desde Tel Aviv por el secretario de Estado, Antony Blinken, tras una reunión maratoniana con Netanyahu, que el sábado había cursado la invitación a Biden. Y el jefe de la diplomacia estadounidense esperó para ese anuncio hasta tener compromisos del primer ministro israelí sobre un paquete de ayuda humanitaria, aunque en las palabras públicas de Blinken ha quedado claro que queda mucho trabajo aún pendiente. Según ha dicho, han acordado “intentar buscar formas de hacer llegar la ayuda humanitaria a Gaza y considerar ideas para establecer “zonas seguras” en la Franja, que en teoría estarían fuera de limites de ataques israelís.

Arañando tiempo antes de la incursión

El viaje de Biden llega tras dos visitas a Israel de Blinken y otra de su secretario de Defensa, Lloyd Austin, y de momento la ofensiva diplomática parece arañar tiempo antes de que Israel lance en Gaza la incursión militar que Netanyahu ha prometido para erradicar a Hamás. Un portavoz militar israelí, no obstante, ha recordado que el momento de esa incursión depende “de muchas variables” y al ser preguntado sobre si el viaje de Biden influiría ha respondido con un “veremos”.

Para los estadounidenses es también prioritario abordar la posible apertura de un corredor en el cruce fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, que permita tanto el flujo de ayuda humanitaria como un paso seguro de salida, especialmente para los estadounidenses que aún quedan en Gaza, según ha explicado en una llamada con los medios John Kirby, portavoz de seguridad nacional del gobierno de Biden,.

El objetivo de Biden es también tratar de evitar la apertura de un nuevo frente con Hezbolá en el Líbano y la ampliación regional del conflicto.

Respaldo militar

En la primera semana desde el ataque de Hamás Biden ha dado repetidas muestras del apoyo a Israel en su respuesta militar. Ha enviado ya dos grupos de portaviones al Mediterráneo, a los que según se supo este lunes se va a sumar una fuerza rápida de respuesta compuesta por unos 2.000 marines y miembros de la Marina, y cuyo despliegue estará centrado en ayudar a la evacuación de estadounidenses y en misiones de apoyo a las fuerzas israelíes, pero no de combate.

Pese a mencionar la importancia del derecho humanitario internacional, Biden ha insistido también en el derecho a la defensa y no había urgido públicamente a Israel a mostrar contención ni ha criticado medidas de asedio como el corte de agua, energía y alimentos con que Israel ha castigado la Franja, sobre la que ha lanzado miles de bombas que han dejado ya 2.750 muertos, un cuarto de ellos niños, y cerca de 10.000 heridos.

En el discurso de Biden y en el de miembros de su Administración, no obstante, cada vez entran más consideraciones humanitarias, y recordatorios de que la mayoría de los palestinos no apoyan a Hamás y que el grupo “no representa el derecho a la dignidad y autodeterminación del pueblo palestino”. Y en el gobierno del demócrata cada vez son más conscientes de que la visión del conflicto, y la narrativa, están cambiando, como demuestran las crecientes protestas globales o las fracturas que ya empiezan a hacerse abiertas en el Partido Demócrata, que en los primeros días tras el ataque de Hamás respondió con un unitario mensaje de apoyo a Israel.

El domingo, en una entrevista en el programa ‘60 minutes’ Biden aseguró que “sería un gran error” una nueva ocupación de Gaza por parte de Israel (aunque Israel asegura que no pretende la ocupación, pero tampoco ha explicado qué pasará en Gaza si logra su objetivo de erradicar a Hamás o quien gobernaría en la Franja). Y el mandatario dijo también que “necesita haber una autoridad palestina, tiene que haber una vía hacia un estado palestino”.