Proyecto Nimbus

"Alimenta el apartheid": La misteriosa alianza militar de Google y Amazon con Israel que indigna a cada vez más empleados

El Estado hebreo acordó pagar 1.200 millones de dólares a los dos gigantes tecnológicos estadounidenses para que proporcionasen sus servicios de computación en la nube al sector público

Militares israelíes en la Franja de Gaza

Militares israelíes en la Franja de Gaza / EP

Carles Planas Bou

En mayo de 2021, Cisjordania se encontraba en medio de uno de los episodios recientes más sangrientos del conflicto entre Israel y Palestina. Las protestas por la forzada expulsión de seis familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah, al este de Jerusalén, desembocaron en una violenta intervención de la policía en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam. El grupo palestino Hamás lanzó una oleada de misiles contra la ciudad sagrada —la mayoría interceptados— y el ejército israelí respondió bombardeando la Franja de Gaza, matando al menos a 230 personas.

Durante esos días, el Gobierno de Binyamín Netanyahu firmó una controvertida y misteriosa alianza con Google y Amazon. El Estado hebreo acordó pagar 1.200 millones de dólares a los dos gigantes tecnológicos estadounidenses para que proporcionasen sus servicios de computación en la nube al sector público israelí y a su ejército, una iniciativa apodada Proyecto Nimbus.

Más allá de su existencia, Google y Amazon no han dado muchos detalles de su lucrativa relación con Israel. El 'cloud computing' permite el acceso a servicios de tecnología y a una mayor potencia informática y de almacenamiento de datos. Ambas compañías celebraron que el acuerdo serviría para "potenciar" el ecosistema empresarial más innovador y dinamizar así el "desarrollo económico de todo el país".

Sin embargo, el principal beneficiario del acuerdo han sido las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), como se conoce a sus fuerzas armadas. Según varias filtraciones, la estratégica infraestructura de la nube habría servido a Jerusalén para multiplicar las capacidades de la Cúpula de Hierro, como se conoce a su avanzado escudo antimisiles, pero también de sus sistemas de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático. La recrudecida ofensiva militar israelí en Gaza, que ha causado más de 18.200 muertes —según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás—, se ha servido de una IA apodada "el Evangelio" para seleccionar objetivos militares y civiles, según destapó una investigación conjunta de los medios israelíes +972 Magazine y Local Call.

Desde que se oficializó esa controvertida alianza con Israel, cientos de empleados de Google y Amazon han denunciado que el Proyecto Nimbus "alimenta el apartheid" contra los palestinos. "La tecnología que nuestras compañías han contratado hará que la discriminación y el desplazamiento sistemático llevado a cabo por el ejército y Gobierno israelíes sean aún más crueles y mortales para los palestinos", denunciaron en una carta publicada en octubre de 2021, cinco meses después de que se firmase el acuerdo.

Ya en 2021, Amnistía Internacional y Humans Rights Watch acusaron al Estado hebreo de cometer crímenes contra la humanidad al acelerar la ocupación por la fuerza de territorio palestino en Gaza y Cisjordania. Los servicios en la nube de las dos tecnológicas habrían permitido la mejora de tecnologías de vigilancia represión como el reconocimiento facial que Israel lleva años desplegando en los territorios palestinos ocupados. El 'cloud' de Google y Amazon también ha agilizado el trabajo de la Autoridad de Tierras de Israel (ILA), la agencia gubernamental que gestiona los asentamientos ilegales, dando así alas a ese expansionismo militar.

Las protestas contra la directiva de Google y Amazon han ganado peso durante los picos de violencia en Israel. En agosto, durante la celebración en San Francisco de la conferencia anual de Google Cloud, cientos de empleados denunciaron la "falta de escrúpulos" de la multinacional dirigida por Sundar Pichai, no solo por su acuerdo con el Estado hebreo, sino también por otros lucrativos contratos para proporcionar herramientas de vigilancia tecnológica a la agencia de fronteras de Estados Unidos.

Tras el devastador ataque sorpresa lanzado por Hamás y la reacción israelí, las voces críticas han subido el volumen. El pasado 9 de noviembre, un grupo de empleados musulmanes, árabes y palestinos de Google publicaron una carta en la que denunciaban "campañas de odio, abusos y represalias" dentro de la compañía, así como "comentarios racistas y deshumanizadores". Otros trabajadores no implicados en ese comunicado también han lamentado públicamente que "cualquier tipo de crítica contra el Estado de Israel puede ser fácilmente tomada como antisemitismo".

No es la primera vez que Google de castigar a los empleados incómodos. En agosto de 2022, la gazatí Ariel Koren, una de las principales críticas contra el Proyecto Nimbus, dimitió asegurando que el gigante informático "silencia sistemáticamente las voces palestinas, judías, árabes y musulmanas preocupadas por la complicidad de Google en las violaciones de los derechos humanos de los palestinos".