Galaxy Leader

Los rebeldes yemeníes convierten el barco secuestrado en una atracción turística y dan drogas a la tripulación

Los marineros aparecen en varios vídeos masticando la hierba alucinógena khat y cantando con los secuestradores

Gente haciéndose fotos en la cubierta del barco secuestrado Galaxy Leader.

Gente haciéndose fotos en la cubierta del barco secuestrado Galaxy Leader. / REUTERS/Khaled Abdullah

Mario Saavedra

Se acaba de cumplir un mes del secuestro del carguero Galaxy Leader por los rebeldes yemeníes. La tripulación lleva desde entonces en manos de la milicia hutí, apoyada por Irán, que está castigando el tráfico marítimo por el Mar Rojo como represalia a los bombardeos indiscriminados de Israel contra Gaza.

El enorme barco se ha convertido en una suerte de atracción turística para la población local. Suben a la cubierta, se hacen fotos y pisan la bandera de Estados Unidos o la de Israel, desplegadas en el suelo. Los secuestradores han decorado el buque comercial con eslóganes como "vivan las Brigadas al Qasam”, en referencia al brazo armado de Hamás que lanzó el ataque del 7 de octubre en el que murieron alrededor de 1.200 personas.

Decenas de hombres armados vigilan a la tripulación del Galaxy Leader, que está formada por 22 marineros mexicanos, búlgaros, ucranianos y filipinos. Los hutíes han prometido tratarlos "como invitados, según los principios del Islam", siempre y cuando no sean israelíes. La semana pasada hablaron con sus familias.

Bolas de droga khat

En los vídeos distribuidos por los secuestradores se les aprecia haciendo buenas migas con los rebeldes, cantando y sonriendo. En uno de ellos, se observa a uno de los tripulantes con una enorme bola de hierba khat, una droga local, en el moflete. Graba con su móvil mientras un yemení a su lado toca una canción con el oud , una suerte de guitarra yemení.

"El qat (o khat) es una hoja que debe consumirse fresca y que provoca una montaña rusa de sensaciones: primero de euforia y creatividad, seguidas de decaimiento e introspección", explica el diplomático Javier Puga en el libro sobre Yemen Arabia Feliz. La droga desempeña una función trascendental en la sociedad y economía yemeníes y sería el equivalente "al alcohol en Occidente, al opio en la China colonial o a la shisha en otros países árabes", escribe. "A partir de las doce del mediodía, tras el rezo -salat al-zhur-, los hombres se apresuran en dirección a los mercados de esta planta anfetamínica que se esparcen por toda la ciudad" de Saná, la capital de Yemen.

"Hasta 2.000 visitantes diarios"

El barco Galaxy Leader, de bandera panameña pero vinculado a un empresario israelí, según los secuestradores, está amarrado frente a las costas del puerto yemení de Al Salif. Allí acuden centenares de locales, se suben a pequeños botes y van a ver la pieza de caza mayor de los rebeldes hutíes. Reciben "hasta 2 mil visitantes” cada día, aseguró uno de los secuestradores a la agencia EFE uno de los guardias del Galaxy Leader durante un tour preparado para la prensa internacional el pasado 8 de diciembre.

Cuando suben al carguero, los yemeníes visitantes realizan cánticos contra Israel y Estados Unidos o bailan sobre la cubierta, ataviados con la jambia, el icónico cuchillo yemení, al cinto. El odio al Estado judío de Israel está imbricado en el pensamiento político de estos rebeldes musulmanes chiíes (una de las dos ramas principales del Islam, junto a la suní). De hecho, el eslogan de los hutíes es: "Dios es el más grande, muerte a América, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria para el Islam".

Los hutíes llevan atacando barcos propiedad de empresas israelíes desde que comenzó la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, que ha causado ya la muerte de más de 20.000 personas bajo las bombas.

Yemen, al sur de Arabia Saudí en la península arábiga, es el país más pobre de Oriente Próximo y vive una guerra civil desde 2014, que ha causado más de un cuarto de millón de muertos. Los hutíes controlan la mitad oeste del país, y desde ahí tienen el estrecho de Bab al-Mandeb, por el que deben pasar todos los barcos que atraviesan el Canal de Suez para llevar o traer mercancías o combustible desde Asia a Europa, o viceversa.

Adaptaciones de misiles iraníes

Utilizan adaptaciones caseras de misiles y drones iraníes y chinos. Con ello, han conseguido poner en jaque al comercio mundial por mar. Las principales navieras, como Maersk y Hapag-Lloyd y la petrolera BP, han comunicado que dejan de hacer esa ruta y usarán la que bordea África, mucho más larga y más cara. Eso está teniendo ya un impacto en el precio de los combustibles, que es precisamente la estrategia de los rebeldes yemeníes y, para algunos analistas, de Irán, que estaría detrás del plan.

Para responder a la amenaza, Estados Unidos ha formado una coalición internacional que va a llevar buques de guerra a la zona. En la operación Guardián de la Prosperidad participarán barcos estadounidenses, británicos, canadienses, franceses o italianos. En un primer momento, el Pentágono aseguró que también españoles, pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha advertido de que eso está por concretarse y que España no participará si no es bajo una misión de la UE o de la OTAN. Otros países, como Alemania, estudia aún su posible participación.

Mientras tanto, la industria naviera mundial vive momentos de tensión, porque no han sido informados de las pretensiones de la alianza. El Mar Rojo es una de las rutas marítimas más importantes del mundo: transporta alrededor de un 14% del comercio marítimo mundial. Una parálisis prolongada sumaría más inflación al alza de precios ya provocada por la guerra de Ucrania.