Los dos heridos graves y 16 leves con que se había saldado, al cierre de esta edición, el último día del mes de junio, vienen a sumarse al goteo trágico de víctimas en las carreteras extremeñas durante los últimos treinta días, y que ha tenido su expresión más dramática en las 30 vidas que se cobraron los accidentes de tráfico en la región. Este número de muertes constituye un macabro récord de siniestralidad en las carreteras si se toma la cifra de víctimas en el mes de junio de los últimos 23 años.

Para dar una idea de la brutal subida de los fallecimientos por accidente de circulación en este junio negro , baste decir que las 30 muertes triplican la media de las dos décadas anteriores, y se ha pasado de una víctima mortal cada tres días a una diaria.

Además, en el análisis de siniestralidad en las carreteras desde el año 1980 se aprecia que el mes pasado fue el tercero más trágico de este periodo. Así, sólo agosto de 1989 y septiembre de 1991, con 32 muertes en cada uno de ellos, superaron la estadística negra de junio.

Detrás, se situarían ya agosto de 1983 y septiembre de 1992, que se cobraron cada uno de ellos 26 vidas en las carreteras extremeñas.

N-V Y N-630

En cuanto a las causas de estos siniestros que tiñieron de luto muchas poblaciones de la región, las salidas de la carretera con vuelco posterior, achacables en muchos casos a despistes de los conductores o a la velocidad excesiva, así como los choques por adelantamientos incorrectos o invasión del carril contrario, están detrás de la mayoría de los accidentes.

Por lo que se refiere a las vías donde se produjeron más siniestros, son las dos carreteras principales, las que recorren la región de este a oeste y de norte a sur, las que se cobraron más víctimas.

Así, la N-V, pese a tratarse de una autovía, lo que debería hacer que circular por ella fuese más seguro, es la que más accidentes registra, seguida de la N-630, tanto en sus tramos de autovía como en la parte donde aún se mantiene como carretera convencional.

Después, la N-432, que une Badajoz con Córdoba, se sitúa como la tercera vía más peligrosa para los conductores, mientras que el resto de víctimas se distribuyen entre el resto de la red de carreteras nacionales que atraviesan la región y la red de vías autonómicas, comarcales o locales.