El Real Monasterio de Yuste pasará a partir de ahora a depender de Patrimonio Nacional, organismo que administra los bienes públicos de la Corona. De esta manera se convertirá en el primer enclave extremeño gestionado por Patrimonio Nacional, desde el punto de vista cultural y administrativo y, al mismo tiempo, se convertirá en residencia real.

El traspaso fue aprobado ayer en una reunión del Patronato del Monasterio de Yuste que ha venido rigiendo los destinos del enclave donde murió el emperador Carlos V. Al encuentro asistieron, entre otros, la ministra de Educación, Cultura y Deportes, Pilar del Castillo; el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el presidente de Patrimonio Nacional, Alvaro Fernández Villaverde; el alcalde de Cuacos de Yuste, Gregorio García; y el prior, fray Francisco de Andrés.

Todos ellos coincidieron a la hora de destacar lo beneficioso que será para el monaterio, para Extremadura y para España, el cambio de régimen experimentado en Yuste. Y es que este traspaso de titularidad permitirá acometer un plan de actuación tanto en términos arquitectónicos como de gestión y adecuación artística. Al mismo tiempo, se adaptará una parte del monasterio para que sea una auténtica residencia real y se recuperarán objetos, mobiliario, tapices y obras de arte relacionadas con Carlos V.

PILAR DEL CASTILLO En este sentido, Del Castillo señaló que la cesión a Patrimonio Nacional de la gestión del monasterio "se hace como mejor garantía para este último", teniendo en cuenta la experiencia que tiene en este ámbito Patrimonio Nacional.

Por su parte el presidente de este organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia, Fernández Villaverde, destacó "la gran importancia" que tiene el hecho de que por primera vez se incorpore Yuste a los bienes de la Casa Real. En este sentido, dijo que el organismo que preside diseñará un plan director de actuaciones relacionadas con diferentes aspectos monacales, entre los que se encuentra "la agregación de un uso nuevo", como será la residencia real.

El director de Patrimonio aclaró que "en todo caso se trata de añadir sin restar nada a lo que hay", y en todo caso se mantendrá como objetivo prioritario conservar la vida contemplativa de los monjes que residen en el cenobio.

Por su parte, Rodríguez Ibarra resaltó el hecho de que "mientras algunas comunidades aspiran a tener más competencias, en Extremadura se ceden parte de las nuestras a Patrimonio Nacional". Ibarra reconoció el cambio de actitud experimentado por la Junta, que venía reivindicando la gestión del monasterio, y achacó esta situación a una reflexión profunda "no destinada a sacar rédito político". Además, se trata de dar a la Corona "un sitio más donde poder residir en un lugar emblemático".

Asimismo, el director de Patrimonio Nacional destacó que de esta manera Yuste se suma a los dieciséis enclaves que actualmente gestiona la institución.

De otro lado, la cesión del Real Monasterio de Yuste fue definida ayer por el presidente de la Junta como "una diana a cinco bandas": Patrimonio, Junta, patronato, comunidad jerónima y la familia Montellano. El acuerdo llega después de haber superado, "algunas coyunturas", según Ibarra, más o menos tensas entre Administración autonómica y ministerio.

Sin embargo todo ello ha concluido "en la satisfacción que me ha expresado Su Majestad el Rey, por el buen fin de esta incorporación, cuyas gestiones ha alentado continuamente", señaló el duque de San Carlos.