La ampliación de la Unión Europea ha traído consigo una nueva clasificación de las regiones, que en el caso de España ofrece un resultado y una distribución distintos al actual.

Se denominarán regiones de convergencia aquellas cuyo Producto Interior Bruto (PIB) por habitante sea inferior al 75% de la media comunitaria, tomando como referencia la Europa de los 25 países. En este grupo se incluye Extremadura, al igual que Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia.

Además, habrá otras regiones que se encuadren en las llamadas de convergencia en período transitorio, que agrupa a aquellas que en el anterior período eran de objetivo 1 (desfavorecidas) y que continuarían siéndolo si la media fuese la de la Europa de los 15. Aquí están Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla.

Por otro lado, están las regiones de competitividad en régimen transitorio, que en el anterior período eran de objetivo 1, y que ya no continuarían siéndolo ahora si la media fuese la de la Europa de los 15. En este grupo están Castilla y León, Comunidad Valenciana y Canarias.

Por último, en esta nueva clasificación aparecen las regiones denominadas de competitividad, que son las que han alcanzado un mayor nivel de desarrollo. Aquí pertenecen las comunidades de Aragón, Baleares, Cantabria, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja.

Como es lógico, estás últimas son las que menos fondos europeos recibirán, cantidades que se incrementan cuanto más pobres son las regiones.