Tercera jornada de huelga en el sector del transporte y comienzan las movilizaciones en Extremadura. Los primeros en reaccionar han sido los agricultores del sector de la fruta, que se encuentran en plena campaña de recogida, de forma que la falta de camiones en las carreteras les impide sacar sus cosechas hacia el mercado nacional e internacional, lo que provoca unas pérdidas valoradas en 4,5 millones al día, lo que supondrá, si se alarga demasiado el conflicto, "la ruina, no solo de la campaña, sino de todo el sector", según el gerente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), Miguel Angel Gómez.

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Con el fin de exigir al Gobierno de la nación que dé una salida a sus productos antes de que se llegue a este extremo, los fruticultores de Extremadura, convocados por Afruex, las organizaciones agrarias Asaja Badajoz, Coag Extremadura, UPA-UCE y la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), iniciaron ayer la movilizaciones. Así, se concentraron en tres de las principales centrales hortofrutícolas de la región, situadas en el Jerte, en la Vegas Altas y en las Vegas Bajas, donde arrojaron toneladas de fruta en mal estado y cortaron el tráfico en las carreteras situadas en estos puntos.

En las Vegas Bajas se citaron cientos de afectados en la cooperativa Frutos Caval, en Valdelacalzada, donde arrojaron un remolque cargado con nectarinas, melocotones, ciruelas y albaricoques, ya envasados y listos para distribuir, que se han echado a perder. La carga se vertió sobre la calzada, lo que obligó a cortar el paso de vehículos durante unos minutos, aunque en el lugar se personó la Guardia Civil para organizar el tráfico.En Valdastillas, alrededor de 2.000 agricultores del Valle del Jerte y La Vera, según los datos de los convocantes, y 500 según la Guardia Civil, cortaron por espacio de una hora el tráfico en el punto kilométrico 381 de la carretera N-110, que une las ciudades de Plasencia y Avila, sin que se produjeran incidentes de ningún tipo, ya que los agentes desviaron los coches por otras vías. Los manifestantes arrojaron varias decenas de kilos de cerezas sobre la carretera, para terminar prendiendo los envases que las contenían inicialmente, informa F Martín.

Finalmente, en Valdivia (Badajoz) fueron arrojados unos 9.000 kilos de melocotón y nectarina en la central hortofrutícola de la cooperativa Crex. El acto contó con la asistencia de fruticultores y trabajadores de la central que cesaron su actividad como medida de apoyo a las protestas. El presidente de Afruex y gerente de Crex, Antonio Chavero, leyó un manifiesto, al igual que se hizo en el resto de convocatorias, en el que destacó las graves consecuencias que la huelga del transporte están ocasionando al sector extremeño de la fruta.

RESPONSABILIDAD En dicho comunicado, el sector frutícola entiende las protestas de los transportistas por la subida de carburantes que ellos mismos sufren, pero no comparten que "para conseguir esas reivindicaciones se ponga en peligro la subsistencia de miles de familias que vivien de las frutas y hortalizas".

Por ello, exigen al Gobierno central el cumplimiento de la Ley de Libre Transporte y que, por lo tanto, "se deje trabajar a aquellos transportistas que no están en huelga" para sacar sus productos al mercado, ya que el 80% de la fruta recolectada en Extremadura es exportada. Al mismo tiempo, reclaman a las administraciones indemnizaciones por las pérdidas que están sufriendo los agricultores que se están produciendo porque "el Gobierno no nos está garantizando el ejercicio de nuestro derecho a llevar nuestras producciones a los mercados". El comunicado concluye con la advertencia de que las medidas de presión continuarán si en los próximos días no se ponen soluciones encima de la mesa.