El 2016, ese emblemático año en el que todos los españoles tienen puestas sus esperanzas de poder albergar los Juegos Olímpicos, no está ya nada lejos. Esta misma tarde se sabrá si la candidatura de Madrid es finalmente la elegida por los miembros del Comité Olímpico Internacional. Y Extremadura también se la juega hoy en Copenhague.

La capital autonómica es, dentro de la candidatura madrileña, subsede olímpica en fútbol. En el Estadio Romano de Mérida se jugarán del 3 al 13 de agosto del 2016 un total de 16 partidos (dos por jornada), aunque no está definido si serán de fútbol masculino, femenino o de ambos.

Sea como fuera, si a Madrid le toca hoy el gordo , el remozado campo de fútbol emeritense volvería a sufrir una ampliación entre los años 2012 y 2013 para poder albergar a 20.500 aficionados (ahora la capacidad es de 15.000), según se contempla en el proyecto entregado por los organizadores de Madrid 2016 a los miembros del COI.

Y en la región se es consciente de este hecho. No en vano, están en Copenhague, entre otros, el consejero de Deportes y el alcalde de Mérida para apoyar la candidatura española, además de otros ilustres extremeños del deporte, como los presidentes de las federaciones españolas de baloncesto, José Luis Sáez, y balonmano, Juan de Dios Román, además del villanovense José Hidalgo, presidente de la federación de triatlón y miembro del Comité Olímpico Español.

INVERSIONES Para llevar a cabo el cambio de imagen del Estadio Romano se necesitan cuantiosas inversiones, en las que tendrán que colaborar las instituciones extremeñas. Y no solo para mejorar el campo de fútbol y los alrededores del mismo (el presupuesto para esas obras es de 3,7 millones de euros), sino también para adecentar y construir hoteles que permitan albergar a las delegaciones que van a competir en el verano del 2016 en la capital extremeña.

Pero como los equipos traen consigo aficionados y hay que ofrecer una buena cobertura periodística, Mérida por sí sola no podrá acoger a las miles de personas que se prevé que acudan a presenciar los partidos y, de paso, a hacer turismo.

Para ello, toda Extremadura tiene que estar preparada. En este sentido, las grandes ciudades próximas a Mérida se beneficiarán de ese efecto llamada , ya que algunas delegaciones extranjeras y muchos de los aficionados tendrán que repartirse por Badajoz, Cáceres, Trujillo, Almendralejo, Don Benito o Villanueva de la Serena.

Con ese fin, las inversiones deben recibir un empujón por parte de instituciones y empresarios para adecuar las infraestructuras a la demanda que se prevé. Alojamientos turísticos, zonas de recreo o vías de comunicación deben ofrecer suficientes garantías y calidad para que los huéspedes que tenga Extremadura puedan disfrutar durante los JJOO del 2016 de buenas instalaciones y conexiones rápidas tanto internas como con el exterior de Extremadura, incluso en dirección al vecino Portugal.

AUTOVIAS Y AVE Para el desembarco de los miles de aficionados que Extremadura podría recibir en el verano del 2016 se necesita que también el Gobierno arrime el hombro y acelere las grandes obras de infraestructura que cruzan la región.

Por ello, si hoy se logra para Madrid la Olimpiada, las obras del AVE Madrid-Badajoz-Lisboa y la autovía del norte de la región hacia Monfortinho deberían estar listas antes de los JJOO del 2016.