Antonia Broncano es de Mérida, vive sola, padece una hernia discal y recibe el servicio de ayuda a domicilio de forma gratuita, "desde hace muchos años", explica. Mari Carmen Arias es ahora su auxiliar. "Me hace las cosas de la casa y me ducha", cuenta Antonia, aunque reconoce que ella "también colabora un poquito, en lo que puede". Asegura que está "muy contenta" con el servicio de ayuda a domicilio que recibe desde el Ayuntamiento de Mérida, aunque en el caso de que tuviera que pagar por él, no sabe "cómo hacerlo", porque la pensión que recibe "es muy pequeña". De hecho, incluso Mari Carmen comenta que no sabe "cómo puede llegar a fin de mes".

Mari Carmen trabaja en la casa de Antonia desde el mes de octubre, aunque lleva más de 10 años ejerciendo como auxiliar de ayuda a domicilio. "Es un trabajo que te tiene que gustar", afirma, "porque hay que saber tratar con la gente mayor, y a mí me gusta atenderles a ellos". Porque "muchas veces, como le pasa a Antonia, más que que les limpies o que les hagas la comida, ellos necesitan compañía, que les escuchen, porque están muy solos", comenta.

De hecho, Antonia le cuenta "todos sus problemas" y le enseña sus papeles personales, "porque ella entiende más que yo", dice convencida. Mari Carmen acude a la casa de Antonia una hora de lunes a viernes, aunque a parte de ella atiende a otros ocho mayores más, con los que afirma llevarse "genial, estupendamente".

Pero no solo las auxiliares forman el equipo de trabajo de ayuda a domicilio. "También están la coordinadora, la animadora y la psicóloga, que vienen cuando lo necesito", dice Antonia. "La coordinadora me entiende, sabe lo que yo necesito y siempre me manda a la persona adecuada", afirma, "alguien que me asista, me de compañía y me escuche. Estoy muy contenta con Mari Carmen, pero los fines de semana, me quedo un poco triste. Aunque si hace bueno, salgo con mis amigas, pero si no, tengo que quedarme en casa sola", concluye meláncolica.