Con el acuerdo sobre la reforma de las pensiones, todos ganan y todos pierden, porque todos han cedido. Aunque el pacto que retrasará la edad de jubilación de 65 a 67 años se logró en una cena, tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como los líderes de CCOO y UGT se vieron obligados a dar su brazo a torcer para evitar males mayores.

El resultado es un frágil pacto de conveniencia que permite a Zapatero salir airoso ante los mercados en la mayor reforma de la Seguridad Social aplicada hasta ahora, y a los sindicatos evitar la convocatoria de una nueva huelga general de resultado más que dudoso.

Tras un mes y medio de intensa negociación, los beneficios de un acuerdo se han impuesto a la tentación de un decretazo o de organizar la segunda huelga general en contra del Gobierno del PSOE. El precio ha sido el de ceder en aspectos que habían sido considerados como líneas rojas por ambas partes. Zapatero logra el apoyo sindical y de la patronal a la jubilación a los 67 años a cambio de dar algunos cromos.

MEDIA SALOMONICA La flexibilidad anunciada por el presidente del Gobierno para que algunos trabajadores puedan seguir jubilándose a los 65 años con el cien por cien de la pensión ha tenido que ampliarse. De los 41 años de cotización exigidos inicialmente se pasará finalmente a 38,5, que es exactamente la media entre la propuesta del Ejecutivo y los 35 años que pedían CCOO y UGT. "Se ha cumplido el guión al uso de cualquier negociación laboral o de despidos", aseguró ayer un veterano experto en el mercado de trabajo.

Las desventajas del plan B y la presión de la proximidad del día de hoy --cuando el Gobierno aprobará el proyecto de ley de la reforma-- han actuado como incentivos para la primera foto de Rodríguez Zapatero con los agentes sociales desde el inicio de la crisis, que tendrá lugar previsiblemente el próximo miércoles, día 2. Hasta entonces, se pulirán algunos detalles.

Por su parte, los sindicatos han conseguido algunas de las reivindicaciones que exigían para prestarse a posar en esa foto, y justificar ante sus bases un acuerdo del todo impopular y que les desgastará, según admiten fuentes sindicales.

Además de ampliar la cifra de empleados que podrán dejar de trabajar sin penalización a los 65 años, han logrado introducir una medida para paliar los efectos negativos de la reforma en los jóvenes y las mujeres, colectivos que llegarán a la jubilación con menos años de cotización. La Seguridad Social pagará hasta dos años de cotizaciones a las mujeres por el tiempo que dejan de trabajar para cuidar a sus hijos, y a los jóvenes becarios por las prácticas en empresas.

RETIRO PARCIAL EN VIGOR Finalmente se mantendrá la figura de la jubilación parcial que el Gobierno tenía previsto eliminar. Las centrales advirtieron a los negociadores del Ministerio de Trabajo de las complicaciones que podía generar esta decisión para muchas empresas industriales, que reducían costes laborales con la sustitución de un empleado con 61 años --que trabaja uno o dos meses al año-- por otro más joven.

Al mismo tiempo, el borrador del preacuerdo prevé la posibilidad de una prejubilación a los 61 años con pérdida de pensión solo para "situaciones de crisis". CCOO ha propuesto su justificación mediante las causas objetivas de despido. Con esta vía se conseguiría el objetivo del Gobierno de acotar las prejubilaciones en empresas con beneficios.

RECORTE DEL 22% DEL GASTO Con todas estas modificaciones, el sistema público de pensiones alejará el fantasma del déficit previsto para el 2023 y conseguirá un ahorro medio del 22% en el gasto, según las estimaciones de los expertos. Manel Hernández, socio del bufete de abogados Sagardoy, asegura que la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones de los 15 años actuales a 25 puede rebajar las prestaciones medias alrededor de un 12%. Además, el retraso de la edad legal de jubilación de 65 a 67 años reducirá la factura de la Seguridad Social otro 10% adicional.Los efectos de la reforma se empezarán a notar a partir del año 2013, cuando dé comienzo la transición para aumentar el periodo de cálculo de las pensiones y la edad tope de la jubilación. Los que ahora tienen 63 años tendrán que trabajar 1,5 meses más. Los peor parados son los que tienen 48 años o menos, puesto que deberán cotizar dos años más y dejar de trabajar a los 67 años, con la excepción de los que acumulen 38,5 años trabajando. Para percibir el cien por cien de la base reguladora, los trabajadores tendrán que tener una vida laboral de 37 años, dos más que ahora.

NEGOCIACION COLECTIVA Los sindicatos y la patronal también han llegado a un preacuerdo en la reforma de la negociación colectiva, que forma parte del pacto global. Según el documento, se dará prioridad a los convenios sectoriales estatales o auto- nómicos, y a los de empresa.

Los líderes sindicales mantuvieron ayer un cauto silencio y se limitaron a asegurar mediante comunicados que la negociación colectiva estaba "encarrilada". Para el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, el acuerdo es "razonable", por lo que dio a entender que la CEOE también lo suscribirá.

Los cálculos para interpretar la reforma

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