La situación económica no acaba de ver los brotes verdes y el número de desempleados y familias con todos sus miembros en paro continúa en escalada. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), casi 40.000 hogares extremeños se encuentran en esta situación y aunque muchos se sustenten de las prestaciones por desempleo, la mayoría son susceptibles de recibir Ayudas para la Integración en Situación de Emergecia Social (Aises), una renta mínima de inserción complementada con otras ayudas extraordinarias que según la estadística, apenas llega a dos de cada 1.000 habitantes.

Según los últimos datos disponibles, del año 210, las rentas básicas de inserción son ya el único sustento de 1.500 familias, lo que supone un incremento de un 33,5% más con respecto al año anterior. Las familias beneficiaras de estos ingresos suben, sí, pero no al ritmo vertiginoso que lo hacen las que tienen a todos sus miembros en paro, que se han doblado desde que comenzó la crisis. Según los datos de la EPA, en octubre del 2008 el 6,87% de las familias extremeñas tenía a todos sus miembros en paro; el pasado mes, el porcentaje era del 13,01%, más del doble.

Esto hace que en estos momentos haya un total de 40.000 familias sin ingresos por no tener trabajo que son susceptibles de repartirse la partida de dos millones en Aises habilitada por la Consejería de Salud y Política Social. Teniendo en cuenta que cada familia recibe una media de 500 euros mensuales durante seis meses, podrían beneficiarse unas 600, sin contar que en esa cuantía también están incluidas las ayudas extraordinarias que contemplan un pago único para resolver una situación de emergencia determinada.

Pese a que las rentas mínimas han experimentado un gran despegue en la región, este ha sido mayor a nivel nacional. En el conjunto del país, hay aproximadamente 200.000 familias en el umbral de la probreza que han solicitado esta prestación, un 7% más que en el 2008. El número de beneficiarios crece en la mayor parte de las autonomías.