«No estamos educados para tratar con enfermos de alzhéimer», afirma rotundamente. Sabe de lo que habla porque lo vivió durante años con su madre. Por eso reivindica una ley de dependencia eficiente, gracias a las cual haya «ayudas reales que lleguen cuando la persona está viva, porque muchas veces no ocurre así». Además de otros recursos como plazas suficientes en los centros de día, que significan un alivio. María del Carmen Expósito es presidenta de la Asociación Extremeña de Familiares de Personas con Alzhéimer (Afaex).

En cuanto al papel que ejerce la mujer cuando se trata de atención y responsabilidad, cuenta un caso que, asegura, sirve de ejemplo: «Ella tiene que cuidar de su padre, enfermo de alzhéimer, es más, se lo debe llevar a casa. Su marido no aguanta la situación y pide el divorcio».