La Confederación Hidrográfica del Guadiana estudia contratar a una empresa inglesa, especializada en la lucha del camalote con maquinaría pesada, para que ayude a retirar esta planta de las aguas del río Guadiana, según confirmaron ayer fuentes de este organismo. Por este motivo, técnicos ingleses se desplazarán en breve a Mérida para inspeccionar la situación y ver si las máquinas que tienen sirven para actuar en el río.

El problema que se presenta es que están diseñadas para ríos profundos y caudalosos, por lo que quieren comprobar si el calado de Guadiana es suficiente.

El motivo de tomar esta decisión es que no se registran avances en la lucha contra la plaga del jacinto de agua, en la que destacan tres manchas de grandes dimensiones. Están situadas en la desembocadura del rió Ortigas, y ocupa una extensión de tres hectáreas; en el badén de Valverde de Mérida, con 18 hectáreas; Medellín, donde hay 9 hectáreas, y Mérida.

Desde la Confederación del Guadiana se confía que con la bajada de las temperaturas remita el avance del camalote y pueda finalmente ser controlado, aunque por parte de los responsables en la gestión del problema, la confederación, Junta y Universidad de Extremadura, se seguirán poniendo todos los medios disponibles.

Por otro lado, han averiguado que existe un insecto que interviene en la polinización. Las investigaciones continúan para conocer la capacidad de germinación de la semilla.