La auto exploración de los senos es la mejor forma de mejor forma de identificar su forma natural y así poder identificar cualquier cambio en ellos que pueda advertir sobre un posible cáncer de mama. Lo primero a observar es si existen cambios en la forma y el tamaño: marcas que no estaban antes, como enrojecimientos, irritación, arrugas y hoyuelos o hundimientos. Tras la observación, lo más común es realizar el auto examen recostada en cualquier superficie plana como la cama. Para ello, hay que poner una almohada pequeña o una toalla doblada bajo el hombro derecho. Una vez recostada, palpar el seno y la axila haciendo pequeños círculos en la dirección de las manecillas del reloj para detectar alguna masa y posibles secreciones.