Ya no aguantan más. Los residentes que viven en el bloque superior y anexo al estanco Pizarro, ubicado en el número 24 de la avenida Reina Sofía de Mérida, han colgado pancartas en sus balcones denunciando que no pueden descansar debido a la actividad nocturna de este establecimiento. “Tenemos derecho al descanso”, reza una de ellas. En otra de las colgaduras, los vecinos piden al ayuntamiento que la licencia del negocio pase de 24 a 12 horas.

María Cristina Mateos, una de las vecinas del bloque, asegura que los clientes que acuden por la noche “no tienen ningún respeto”, al denunciar que muchos de ellos aparcan sus coches con la música alta, además de que “pegan voces” mientras hacen cola para entrar en el establecimiento. “Han llegado a amenazar a los vecinos que se asoman al balcón para pedirles que se callen”, lamenta. “No podemos ni abrir las ventanas los días que hace calor porque es horroroso. El sábado pasado nos tiraron vasos de cubatas a los balcones”, apunta.

Por parte del propio estanco han tratado de concienciar sobre esta problemática colgando un cartel en el exterior en el que piden a sus clientes que permanezcan en silencio a partir de las doce de la noche por “respeto a los vecinos”. “No queremos que cierre el estanco, pero sí que lo haga por la noche”, sostiene Mateos, quien reclama al consistorio que “estudie” la licencia de actividad de este establecimiento. 

La portavoz del gobierno municipal, Carmen Yáñez, explica que el ayuntamiento no tiene competencias en lo relativo al horario de apertura del estanco, ya que este cuenta con un certificado de la Junta de Extremadura para abrir sin límite horario. En base a lo recogido en ordenanza municipal, la única opción es pedir al responsable del estanco que ponga a una persona para que "controle el exterior y vigile que no haya ningún tipo de altercado".

"Ellos no están incumpliendo con las obligaciones que tienen como empresarios, el problema viene con las molestias que se causan en el exterior", subraya la edil, quien añade que la policía local está vigilante desde hace meses: "Estamos poniendo denuncias por el estacionamiento indebido en doble fila, ruidos y molestias en el exterior". "Empatizamos y entendemos la indignación que tienen los vecinos", asegura.