El emeritense Jorge González, de 19 años, se convirtió el domingo pasado en el primer cinturón negro de judo de Extremadura con Síndrome de Down. La obtención de este grado de nivel avanzado es el reconocimiento al trabajo intenso y a la constancia con la que Jorge entrena esta arte marcial desde que apenas tenía siete años. Este logro no habría sido posible sin la implicación de su profesor Jorge Palacios, con el que lleva entrenando desde sus inicios, y el artífice de que la Federación Extremeña de Judo accediera a adaptar el examen. «Mi profe tiene mucha paciencia y lo quiero mucho», afirma el joven, quien asegura que le encantan las clases porque se lo pasa genial con sus compañeros. «Estoy muy contento porque he entrenado mucho y el cinturón negro ya es para siempre», apunta.

Palacios relata que el camino hacia el cinturón negro comenzó hace tres años. Durante los dos primeros estuvieron entrenando a conciencia en la escuela que este regenta en Mérida y en el último año Jorge acudió a los cursos de la federación para poder acceder a este grado. El judoca profesional trabajó mano a mano con el tribunal examinador para determinar cómo iba a ser la adaptación del examen, técnica por técnica, con el fin de adecuarlas a las capacidades del joven. «Jorge tiene limitaciones motrices y la ejecución del movimiento no es exquisita, pero hizo todo correctísimo en cuanto a los conceptos y detalles técnicos», señala. «El tribunal le felicitó y nos felicitó por el trabajo realizado porque lo hizo muy bien, todo con mucho detalle», subraya. 

A Jorge le encanta el deporte, de hecho, también practica pádel, natación y ahora está empezando con el piragüismo. Asegura que está feliz porque muchos amigos le han llamado para felicitarle por su logro, incluso el presidente del gobierno regional, Guillermo Fernández Vara, le mandó un mensaje al que él respondió con un vídeo. Su profesor reconoce que está muy orgulloso de él por ser un chico muy constante, aunque por lo que más destaque sea porque «siempre tiene una sonrisa en la cara». Tras el ansiado cinturón negro, Jorge ya solo piensa en irse de vacaciones a Galicia con su familia.