El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha anunciado hoy en rueda de prensa que «a lo largo del año que viene» comenzarán las obras de construcción de la nueva azucarera en el polígono Expacio Mérida y para el año 2024 se prevé que esté en funcionamiento. El anuncio ha llegado tras la reunión mantenida en Mérida entre la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, el representante de la entidad Ibérica Sugar Company SLU, Jamal Majid Al-Ghurair, y el jefe del Ejecutivo extremeño, en la que han firmado una declaración de intenciones sobre el proyecto. La puesta en marcha de esta industria supondrá la creación de 200 puestos de trabajos directos y alrededor de 1.000 indirectos. Además, la iniciativa contará con una inversión de 500 millones de euros de los cuales la promotora aportará unos 300 y el importe restante lo abonarán entre la Junta y el Gobierno central. 

«La apuesta del Gobierno es muy importante y ha acelerado el proyecto», ha manifestado el presidente extremeño, quien ha sostenido a su vez que sin la ayuda del Fondo de Apoyo a la Inversión Productiva «no estaríamos aquí». «Es un día muy importante para nosotros. La constancia ha permitido que el proyecto saliera adelante», ha subrayado el jefe del Ejecutivo autonómico. 

Por su parte, la ministra ha informado de que los promotores ya han presentado la documentación requerida. Asimismo, ha indicado que «la planta va a ser un motor de esa recuperación que tanto ansiamos, que empezamos ya a construir entre todos y que Extremadura está escribiendo una historia de éxito, una historia donde la industria va a ser protagonista». Maroto ha afirmado que «por primera vez Extremadura es pionera y va a escribir sin duda una historia que hacía falta para reindustrializar, para sentar también las bases de una industria, no solo próspera para esta maravillosa región, sino también sostenible, digital e inclusiva». Ha señalado que «la región va a ser pionera» para dar una respuesta al cambio climático desde la tierra, pasando por la transformación y hasta llegar a la mesa. 

El representante de Ibérica Sugar Company SLU ha destacado la importancia del acto y de poder comenzar a trabajar «lo antes posible», ya que «hemos perdido demasiado tiempo». No obstante, ha explicado que para que la obra pueda empezar, primero tiene que darle luz verde el Gobierno de España. «Si me dieran hoy luz verde, en dos meses empiezan las obras y en año y medio está operativa la planta», ha dicho Majid Al-Ghurair, quien ha avanzado que ya disponen de «ingenieros y todo el personal necesario». En su opinión, uno de los motivos por los que la planta está en la región es por su clima, el agua y la tierra, ya que la configuran como uno de los pocos lugares del continente europeo en los que se puede desarrollar una iniciativa de este calibre. 

En esta línea, el representante de la empresa promotora ha expuesto que la planta azucarera supone el último paso en el ciclo agrícola, ya que empieza en la tierra con los agricultores ensuciándose las manos para llevar a la planta el producto que será procesado y acabado. También ha anunciado que el entorno de la fábrica se convertirá en un polo industrial para las empresas de uso intensivo de azúcar como las empresas que elaboran dulces, chocolates y bebidas azucaradas. 

Por último, el regidor municipal ha aprovechado la comparecencia para recordar que lo realmente importante no es este nuevo proyecto, sino todo lo que pueda venir detrás, ya que puede ser una «oportunidad» de atraer la generación de «nuevas inversiones» como ya ocurrió con la Mérida industrial de la década de los 70.