Cáceres está revisando desde hace tres años su plan general de urbanismo (norma que planifica donde se puede construir con un orden de prioridades). Pero el plan, a pesar del peso que tiene en el desarrollo de la ciudad, ha quedado en un segundo plano. Primero porque su aprobación final parece cada vez más lejana. Y segundo a causa de los proyectos de interés regional (PIR), con previsiones diferentes a las del plan. Los dos más destacados son los que se planifican en el Junquillo, con 1.992 viviendas, y junto a la cantera de Olleta, con 5.100. El presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, José Javier Corominas, indicó ayer que la urbanización del Junquillo se iniciaría "a finales de septiembre o en octubre", mientras que en el caso de Olleta "no puedo dar fecha". "Está en fase de estudio", añadió Corominas.

Los PIR son un instrumento que prevé la ley regional del Suelo para recalificaciones de terreno. Tienen que tener una justificación social (vivienda pública, dotaciones, generación de empleo...). La Junta puede con los PIR variar los planes generales municipales de urbanismo y las planificaciones hechas por los ayuntamientos, y esa es la cuestión de fondo en el caso de Cáceres con intervenciones como las del Junquillo y Olleta debido al volumen de pisos que suman.

Aunque Corominas no vino ayer a Cáceres a hablar de los PIR, sino que compareció para anunciar una actuación concreta de vivienda de promoción pública, los PIR y los planes de la agencia han adquirido en los últimos meses una relevancia especial porque, con independencia de que permitirán ofertar viviendas a precios inferiores a los del mercado, trastocan la planificación de la ciudad prevista por el nuevo plan y crearán grandes núcleos residenciales que, a pesar de estar conectados en sus bordes con la ciudad, rompen la continuidad del casco urbano.

El Junquillo y Olleta han recibido críticas del ayuntamiento, de propietarios minoritarios de suelo afectado (en el caso del Junquillo), del sector de la construcción y de la organización conservacionista Adenex. Una de esas objeciones se centra en la densidad y aprovechamiento que se hace del suelo por ser superior a los de los residenciales en ejecución (Montesol, Ronda, Macondo, Casa Plata, Maltravieso...), aunque se acerca y asemeja a la densidad por hectárea de los polígonos del nuevo plan de urbanismo, sin embargo a estos últimos se adscriben terrenos de otras zonas que el ayuntamiento obtendría, siendo la Montaña el caso más representativo, situación que no se da con los PIR.

PROTECCION La otra crítica, que afecta a la intervención en Olleta, es por la zona en la que se interviene, entre la carretera de Medellín y las estribaciones de la Montaña. Aunque parte del terreno no está protegido ahora en el planeamiento municipal (es suelo urbanizable no programado con una densidad de 1,5 viviendas por hectárea, muy inferior a las 55 del PIR), el nuevo plan de urbanismo lo protege.

Corominas calificó ayer de "gran proyecto" la intervención en Olleta, aunque se mostró prudente al pedir que se deje trabajar a la agencia "con tranquilidad" y al comentar que este proyecto se encuentra "en fase de estudio" y que aún hay que alcanzar "acuerdos satisfactorios para que pudiéramos considerar definitivamente" esta actuación. "No puedo dar fecha", añadió. Corominas precisó que estos macro-

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