"El 2016 nos daría prestigio a nivel mundial". Quien habla es Antonio Rodríguez, presidente de la asociación vecinal de Angelita Capdevielle, uno de los 16 colectivos consultados por este diario para saber qué pueden aportar a la candidatura y el futuro de Cáceres si se logra el título cultural europeo.

Las palabras de Rodríguez, uno de los dirigentes más veteranos del movimiento vecinal, sirven de ejemplo para mostrar el apoyo incondicional que las asociaciones dan al proyecto, para el que también piden mayor participación de las barriadas. ¿Cómo? Mediante la presentación de iniciativas convocando una cumbre, como propone Gregorio Talavera, de Llopis Ivorra, o la implicación del vecindario, según Juan Meneses, de Antonio Canales.

Otros como David Barcenilla, presidente de La Cañada y de la agrupación vecinal, tiene claro que, de lograrla, la capitalidad supondría "una inyección económica de importancia", idea repetida también por otras asociaciones.

Pero el anhelo del 2016 "abriría una puerta a Europa", asegura Manuel Díaz Lindo, de San Pedro de Alcántara. Para José María Tovar, de Nuevo Cáceres, el objetivo no valdrá de nada si no crea empleo en tiempos de crisis. San Francisco, con Juan Burgos al frente, opina que los barrios deben contribuir a dar promoción al mayor reto al que se enfrenta Cáceres desde que fue nombrada ciudad patrimonio.