Son días de cachondeo, Womad, alcohol y sexo, o al menos eso espero", afirmaba el vocalista de El Desván del Duende al presentar la segunda de las canciones del grupo extremeño. Eran las tres y cinco de la tarde y hacia unos minutos que había empezado el festival Escenario Amex 07 en la plaza de toros, donde a esa hora había trescientos espectadores. Seis horas después, cuando Ayahuasca comenzaba a actuar, eran 3.000, que "era lo que se esperaba", comentaba a esa hora Oscar Trigoso, que preside la Asociación Musical de Extremadura (Amex), organizadores de un festival que ha nacido con vocación de continuar "y para que los que vengan de fuera a ver el Womad entren y vean que es lo que se cuece en Extremadura, que es muy bueno".

Una opinión que repetía Julio Blázquez, guitarrista de Ayahuasca, unos minutos antes de que este grupo de reggae, ska y fusión del norte de la región comenzase a tocar y los jóvenes situados al pie del escenario empezasen a dar botes. "Creemos que fuera de la región se hacen grandes cosas, pero esas mismas cosas las tenemos aquí", opinaba.

"Esto es lo que hace falta, iniciativas como ésta", afirmaba Eduardo Navarro, que es vocalista de Cross Ahead, grupo cacereño de hard core, recién terminado una actuación que se prolongó ante la petición de bises.

Los organizadores confiaban en que la cifra final de espectadores se aproximase a los 3.500 a partir de la medianoche. Uno de los últimos en actuar ayer iba a ser Dhira, grupo de rock, pop y música con raíces étnicas. "Esto es estupendo, no creo que haya ni que cuestionarlo, hay que dar oportunidades a grupos que no tienen esa posibilidad", aseguraba Carlos Ojeda, guitarrista de Dhira. "La gente empieza a conocer los grupos --extremeños--, se saben las letras y la música y festivales como éstos son un salto en positivo y un empuje para los grupos", comentaba Pedro Mario, guitarra de los cacereños Los Niños de los Ojos Rojos, uno de los grupos de la región con una mayor proyección.