Si era un atropello, no era al uso». De este modo se expresó uno de los agentes que prestó declaración ayer en la segunda jornada de la vista que juzga el atropello mortal al candidato del PP en Robledillo de Gata, Juan Carlos Marcos. La vista continuó ayer en la sala de jurado de la Audiencia Provincial con el turno a testigos y efectivos de la Guardia Civil de Gata y del Subsector de Tráfico de Plasencia que intervinieron en el atestado y que presenciaron la escena de los hechos.

En ambos casos, calificaron el suceso de «sospechoso» e incidieron en la velocidad reducida a la que circulaba el coche que conducían Luis Miguel Hernández y Modesto Sánchez cuando se produjeron los hechos. Uno de los agentes hizo mención a la falta de signos «evidentes» de violencia en el cuerpo y a la ausencia de huellas de frenada. «No había heridas externas, la ropa estaba en su sitio, no había golpes en la cabeza». También las partes prestaron especial atención a que fuera arrollado solo con la rueda derecha y a que aparecieran el móvil, el dni, un botón y una pieza de plástico del coche a unos metros del cuerpo de Marcos.

También prestó declaración el propietario del bar en el que estuvieron presentes los dos acusados y el fallecido la noche de los hechos y destacó que fue presionado al día siguiente para que no desvelara que los acusados habían estado presentes en el bar. En ese sentido, Abel Martín, abogado de una de las acusaciones particulares -mujer e hijo del fallecido- declaró a los medios que ese testimonio demuestra que «al menos uno de los acusados está mintiendo» puesto que ambos negaron las supuestas presiones.

La vista se prolongó hasta la tarde cuando estaba previsto que declararan forenses y se dieran detalles sobre pruebas biológicas del cuerpo. El juicio continúa hoy con la declaración del del Subsector de Tráfico de Cáceres, un testimonio de especial relevancia puesto que un informe que hizo público en 2014 cambió el rumbo de la investigación y abrió la posibilidad de un asesinato a lo que hasta el momento alcanzaba la calificación de homicidio imprudente.

Los hechos se produjeron en mayo del 2011 cuando el político fue hallado muerto en la carretera en plena campaña electoral. Fiscalía recoge que al finalizar un acto del mitin, los acusados se desplazaron a Robledillo y coincidieron con la víctima en un bar. A las 4.30 horas, Marcos abandonó el local «en estado de embriaguez» y fue a pie por la carretera hasta Descargamaría. Los acusados encontraron con Juan Carlos Marcos «tumbado, boca arriba e inconsciente» en el carril derecho de la carretera. Según la fiscalía, los acusados situaron el vehículo que conducía Sánchez «en el carril contrario», en parado y, le arrollaron. Estos negaron los hechos el lunes. Por su parte, Hernández afirmó haber bebido aquella noche unas 14 copas y apuntó que «iba dormido». Fiscalía pide 16 años de cárcel por asesinato, una de las acusaciones reclama 17 y otra 4 al no quedar acreditada la voluntariedad.