La alarma saltó la semana pasada. Cáceres fue testigo de tres atropellos, uno mortal, en tan solo cinco días. La situación no tardó en provocar reacciones. De diversa índole. El ayuntamiento planteó ampliar la limitación de zona 30 a toda la avenida de la Hispanidad y anunció que estudiará colocar un radar fijo en la misma vía. Y, ahora, las autoescuelas, que se pasan toda la jornada laboral por las carreteras de la capital cacereña, hablan. Lo hacen a través de Javier Miralles, el que fuera presidente del colectivo, al que acompaña este periódico en una día laboral normal para ver qué falla en la seguridad vial de la ciudad.

Su autoescuela, ‘Gran Vía’, se encuentra ubicada en Virgen de Guadalupe. Allí recibe a este diario, se monta en el coche y comienza la ruta. Al minuto, las primeras críticas. «Aquí, en esta calle, hay dos pasos de peatones sin señalizar y sin reductores de velocidad. Son peligrosos», afirma. En la misma vía encuentra otro problema que se repite a lo largo de todo el viaje. «En muchas zonas falla la señalización horizontal. Da poca información», lamenta. Y prosigue. «Otro hecho peligroso: desde que hicieron el garaje del Múltiples, solo tenemos un carril y medio y los coches tiene que pisar todo el rato la línea discontinua».

Javier Miralles, al que acompaña un alumno que recibe las clases prácticas de conducir, toma dirección hacia la avenida de Hispanidad, otra de las vías más conflictivas. Representantes de diversas autoescuelas de la ciudad han creado un grupo de whatsapp conocedores de que el Periódico Extremadura se ha preocupado por su opinión, y Javier lo mira cada poco tiempo para que no se le pase nada. «Una de las quejas que más se repite es por los semáforos. Los tendrían que unificar en amarillos intermitente. Además, unos tienen pulsadores, otros no... En esta calle tendrían que limitar la velocidad a 10 kilómetros por hora. Se evitarían muchos percances», sostiene.

Mientras da instrucciones a su pupilo, sigue con la descripción de los problemas. «En algunas glorietas falta la señalización. Y algunos carteles tienen las letras tan pequeñas que tienes que pararte para leerlos». El alumno lo refrenda. Y este hecho podría resultar peligroso ya que obliga a los vehículos a aminorar la marcha en medio de la calzada.

El coche gira hacia el Centro Comercial Ruta de la Plata y allí, en el paso de peatones situado frente al parque Padre Pacífico Martínez Ugido, comenta uno de los factores que, a juicio de los propietarios de las autoescuelas, causan más percances en la calzada de Cáceres. «En algunas ocasiones es por los arbustos, otras por los coches aparcados en doble fila y otras por los contenedores. Muchas veces vas con el coche y no ves el paso de peatones hasta que estás encima de él.

Tras la avenida de la Hispanidad, Javier decide dirigir el coche a la calle Argentina. «Es una de las peores de Cáceres. Siempre ha sido muy conflictiva», manifiesta. Y enuncia las razones. «Hay que retirar arbolados, regular la doble fila, tienes dos hileras de contenedores que no te dejan ver ni al peatón ni al conductor. Esta calle es incluso peligrosa», confirma. Y, antes de poner rumbo a la estación de autobuses, pasa por la calle Periodista Dionisio Acedo para realizar otra crítica. «Aquí, por ejemplo, se pone el semáforo en verde y luego te encuentras un stop. Tienes que volver a parar a los pocos metros», afirma.

ILUMINACIÓN // Javier señala otro de los problemas más conflictivos cuando el coche de su autoescuela circula por la avenida Alemania, antes de llegar a la gasolinera ubicada junto a la estación de trenes. «Si nos gastáramos un poco de dinero en señalizar con una luz verde todos los pasos de peatones... Sería una forma de evitar muchos de los accidentes que se producen por la noche», afirma. Ya en la estación de autobuses, y junto al lugar donde perdió la vida la joven que resultó atropellada el pasado viernes 11 de noviembre, discrepa con los que opinan que no se puede instalar resaltos en algunos cruces de cebra de las inmediaciones al ser paso de ambulancias.

El coche deja atrás la estación de autobuses pero, antes de regresar, el profesor de la autoescuela Gran Vía enuncia otros de los focos más comprometidos de la ciudad. «La ronda Norte es peligrosísima, siempre apagada. El semáforo del Tello también. La señalización del Rodeo es incorrecta y provoca que la gente se la salte. Y las barriadas son criminales. Cáceres es una de las ciudades más difíciles para conducir», sentencia.

ESTUDIOS / Entre las autoescuelas, también hay quien pide que se estudie la situación con más detenimiento antes de tomar alguna decisión al respecto. Es el caso de Alberto Mogena, director de Formación de la Autoescuela Las Arenas. «Nosotros hemos presenciado la evolución de la señalización de la ciudad de Cáceres porque tenemos 30 años de experiencia. En mi opinión se están haciendo grandes esfuerzos para mejorar la seguridad vial», afirma, aunque reconoce que los últimos sucesos hacen indicar «que no debemos relajarnos».

Mogena manifiesta, además, que, al contrario de lo que sucedía «hace algunos años», nadie se pone en contacto con las autoescuelas para conocer su opinión como parte implicada», y aprovechó las preguntas de este periódico para solicitar «a la autoridad competente» que les consulte. Ellos, argumenta, recorren diariamente las calles de la ciudad y saben mejor que nadie de sus problemáticas y limitaciones. Por último, pide que «no se tomen medidas precipitadas» y apuesta por «estudiar con profundidad lo que ha ocurrido y escuchar a los muchos profesionales de la seguridad vial.