Los cacereños realizan 200.000 desplazamientos diarios en la ciudad por motivos de trabajo, tareas personales, estudios, ocio... La mayoría de estos traslados, 117.547, se cubren en vehículo privado (un 56%), otros 63.347 se recorren a pie (33,9%) y tan solo 17.985 se hacen en autobús (9,6%, es decir, ni siquiera uno de cada diez). La bicicleta resulta meramente testimonial, con un 0,1% de todos los recorridos. Por tanto, los modos limpios de transporte (bus, paseo, bicicleta...) están en Cáceres por debajo de otras ciudades equiparables por población y configuración urbana. De seguir esta tendencia, en 2024 habrá un escenario "no sostenible" con los desplazamientos en coche disparados hasta los 157.000 diarios, mientras que el resto de opciones seguirán bajando (el transporte urbano caerá hasta el 7,8%).

Este análisis aparece recogido en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PIMUS) de Cáceres, que pretende introducir una serie de medidas para reducir la cuota del vehículo privado hasta el 50% en el año 2024, y ampliar los traslados a pie, en autobús y ligeramente en bicicleta. El transporte público resulta primordial para que Cáceres pueda ser sostenible en la próxima década, transformada en "una ciudad con mayor calidad de vida y habitabilidad urbana en un marco de respeto al medioambiente", subraya el PIMUS. La intención es aumentar el uso del bus un 3,5%, hasta el 12,5%, y alcanzar los 30.000 desplazamientos diarios. La fórmula que puede hacerlo posible acaba de presentarse ante la Mesa del Transporte Urbano. Se trata del Plan Director para la Mejora del Transporte Colectivo en Cáceres, elaborado por la empresa concesionaria (Subus), tal y como exigía el pliego del contrato.

El autobús vuelve a estar en primera línea de actualidad. La compañía propone varios cambios en las líneas y medidas beneficiosas para todas ellas (creación de carriles bus, mejoras en tramos problemáticos...). El propósito es recortar los tiempos de paso a fin de hacer el servicio más eficaz y elevar el número de viajeros. Solo así se puede combatir la excesiva prevalencia del coche particular en Cáceres, donde el volumen circulatorio ha pasado de 70.000 vehículos a casi 90.000 diarios en la última década, una cifra que además contrasta con su poca ocupación (1,3 personas por coche) y la media recorrida (2 kilómetros en los trayectos internos), según datos del PIMUS.

BAZAS El autobús tiene algunas ventajas en la capital cacereña: ofrece una amplia cobertura geográfica y poblacional. Dicho de otro modo, llega a todas las barriadas y las paradas están relativamente cerca de las necesidades de los cacereños. "Las líneas tienen en su mayor parte un trazado radial o diametral, con recorridos funcionales que conectan la zona central, atravesando los barrios de ensanche, con urbanizaciones periféricas, polígonos industriales y equipamientos periféricos como el Campus", precisa el PIMUS.

El horario de prestación del servicio también es completo en toda la red, desde las 7.00 hasta las 22.30-23.00, según líneas (con la salvedad del Campus). No obstante, el análisis del PIMUS considera que debería mejorarse la frecuencia de paso, que tan solo baja de los 15 minutos en las líneas 1 (Galarza-Aldea Moret), 2 (Mejostilla-Espíritu Santo) y Campus, lo que supone "un perjuicio en su atractivo".

Por otra parte, el 68% de la población de Cáceres está servida por el transporte público urbano a una distancia de 5 minutos (desde su casa, desde su trabajo...), y el 16% lo está a 10 minutos, una cobertura que valora el PIMUS. Solamente señala algunas zonas relevantes incluidas íntegramente en la distancia de 10 minutos: gran parte del casco histórico, la zona de la Plaza de Italia (por sus desniveles), áreas residenciales de menor población (La Zambomba o La Sierrilla) o equipamientos periféricos como El Cuartillo.

ASPECTOS MEJORABLES En cuanto a la distribución por líneas, las dos que llegan al Campus suponen un 30% de los viajeros. Otro 30% es aportado por las líneas 1 y 2, que también son las que bajan de los 15 minutos, frontera de tiempo que hace atractiva o no una línea para utilizarla habitualmente. Así lo confirma la encuesta domiciliaria realizada por el PIMUS, "donde destaca el porcentaje de ciudadanos que no utilizan el transporte público porque resulta lento, respuesta que indirectamente se relaciona con los elevados tiempos de espera como consecuencia de los intervalos de paso", subraya el estudio.

De ahí que el PIMUS ponga el acento en la "inexistencia de carriles reservados al transporte público", un aspecto "negativo y muy significativo que deberá estudiarse" especialmente en las vías con mayor volumen de paso, matiza. Por ello, tanto el PIMUS como el Plan Director del Transporte Colectivo plantean la incorporación de carriles bus en Cánovas y Primo de Rivera.

También se necesitan medidas que favorezcan el transbordo entre líneas, "actualmente muy penalizado" según el PIMUS. De hecho, el plan director ya propone la creación de un nuevo bono

de 10 viajes que permita esta posibilidad por unos 9 euros. Y es que el precio del servicio resulta fundamental si se tiene en cuenta que el 47% de los usuarios de los autobuses cacereños están por debajo de los 30 años (aspecto relacionado con los desplazamientos masivos al Campus).

Las encuestas personales realizadas por el PIMUS también permiten determinar otros rasgos del perfil del usuario cacereño. Las mujeres son mayoría en el transporte público en una proporción de dos tercios. Respecto al motivo principal para coger el bus, destaca con un 62% la movilidad obligada (trabajo o estudios), porcentaje habitual en ciudades del tamaño de Cáceres. En cuanto a la frecuencia, y puesto que muchos de los viajeros suben al autobús para cumplir con sus obligaciones, un 77% de los usuarios lo utilizan a diario.

El estudio también evalúa las distancias. Entre un 73% y un 81% de los usuarios caminan menos de 5 minutos para llegar a la parada, aunque otro porcentaje del 14-19% debe desplazarse hasta 10 minutos a pie. Respecto al tiempo a bordo del autobús, oscila entre 10 y 20 minutos (57%). En el 90% de los casos no se llega a los 20 minutos.

Por último, la encuesta identifica los motivos que alegan los cacereños para no utilizar el transporte público. Los más mencionados son la lentitud (de ahí las medidas propuestas como el carril bus), la frecuencia de paso y la falta de conexiones directas, por lo que el PIMUS incide en la necesidad de favorecer los transbordos entre líneas.