Dos hombres de 45 años compran el mismo vehículo. Ambos son padres, harán mayoritariamente trayectos urbanos, aparcarán de noche en su garaje y no han dado ningún parte de accidentes en tres años. Uno pagará 300 euros por su póliza de seguros y el otro 550 por otra semejante. ¿Cómo es posible? Porque viven en distintas poblaciones y eso es determinante en los seguros. Pues bien, Cáceres goza de unos precios más bajos que muchas otras ciudades o provincias, situándose en la parte más baja de la tabla nacional.

Las diferencias entre distintas poblaciones casi pueden llegar a duplicarse, "y ello porque los precios se obtienen de estadísticas que confeccionan las compañías de seguros, donde se compara el número de accidentes de tráfico con el número de vehículos matriculados en cada localidad, además de cuantificar el coste medio por siniestro, que en este momento es favorable a Cáceres", explica Juan María Pozas, experto corredor de seguros.

Lo corrobora Juan José Candela, mediador titulado con larga experiencia: "La tarifa en Extremadura, y sobre todo en Cáceres, es bastante más barata que en el resto del España por la menor siniestralidad que comporta, especialmente porque se registra menos circulación", subraya. Entre los factores que valoran las compañías para determinar las pólizas --además del volumen del tráfico y las estadísticas de accidentes-- figura también la climatología (las lluvias, la nieve y los temporales elevan el precio en el norte del país, mientras que en Cáceres no suele haber amenazas), la orografía (el precio aumenta en zonas montañosas y con muchas curvas), o la tasa de delincuencia (se mantiene baja en los municipios extremeños).

De hecho, Cáceres solo suele registrar pequeñas colisiones, sobre todo daños por alcance con reparaciones poco importantes (espejos, paragolpes...). Hay incluso menos que en los años anteriores, porque el parque de vehículos ha descendido con la crisis. Catástrofes naturales afortunadamente tampoco se producen. El suceso más destacado de los últimos tiempos fue la intensa granizada del 16 de septiembre de 2010. Curiosamente, algunas pólizas costearon todos los daños a vehículos porque incluían esta cobertura, y otra no.

BAJADA GENERAL Además, los seguros de auto han experimentado una notable reducción de tarifas a nivel nacional, "lo que se traduce en una mejor relación calidad precio", matiza Juan María Pozas. "Sobre todo, las compañías han bajado los seguros de daños a vehículos, como es el caso de robo, incendio, daños propios con franquicia...", precisa.

Todo ello como consecuencia de los cambios en el mercado: mayor oferta y menor demanda. Se debe a la caída de las nuevas matriculaciones y a la reducción del número de turismos que circulan por el país. "Muchos están parados en los garajes particulares y de empresas, a día de hoy existe un importante porcentaje de vehículos sin seguro que en teoría no funcionan", indica Juan José Candela. La bajada de precios también se debe a los buenos resultados que las compañías están obteniendo de dichas pólizas, "al haber una siniestralidad contenida, sólo aumentada en las reclamaciones por lesiones corporales", subraya Pozas.

En suma, prosigue, "a través de un corredor de seguros se consiguen hoy precios que llegan casi a la mitad de hace unos años, pudiendo además incorporar garantías novedosas: daños ocasionados por el impacto contra animales, robo de equipajes, vehículo de sustitución...". Claramente, las renovaciones de las pólizas "se hacen a la baja", corrobora Juan José Candela.

Pero no todas las consecuencias son tan positivas. "Estamos en un mercado muy blando, prácticamente se puede decir que no hay tarifa, aunque la compañía debe tener un rigor técnico, una nota técnica (coste mínimo de la póliza), para sostener la siniestralidad que va a soportar a lo largo de un ejercicio", explica Juan José Candela. En ese sentido, advierte contra las gangas y contratos que se suscriben a distancia y con precios excesivamente bajos, porque quizás no incluyen las coberturas adecuadas.

"Siempre es recomendable contratar una póliza con una entidad reconocida de músculo financiero. Un siniestro puede complicarse y necesitar el asesoramiento de un profesional. Tener un seguro sin mediador viene a ser como ir al juzgado sin abogado", reitera Juan José Candela.

NUEVOS RETOS A consecuencia de la crisis, el sector asegurador también ha tenido que especializarse segmentando su mercado, "para ofrecer a distintos grupos de población precios más competitivos en función de sus resultados", indica Juan María Pozas. Además, ha reducido gastos internos "con el objetivo de mantener el nivel de calidad con sus clientes", agrega. Asimismo, la directiva europea Solvencia II entrará en vigor en próximos año para mejorar el control y medición de los riesgos (operacionales, crédito, mercado, liquidez...) a los que se exponen las aseguradoras.