El expediente de cierre que pesa sobre la cochera de la sala de música Aldana por carecer de licencia ha reabierto la vieja polémica sobre la falta de regularización de los cafés concierto de la ciudad. Todos los hosteleros consultados lamentan lo ocurrido con este local de la parte antigua porque se elimina "un punto de encuentro" en la ciudad monumental, por lo que piden una solución para este tipo de establecimientos dentro de la ley.

La mayoría de los bares ubicados en los principales ejes de la movida cacereña que organizan actuaciones en directo carecen de licencia específica para ello, no porque no las hayan solicitado, sino porque no se conceden desde hace años, según han confirmado a este diario tanto la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cáceres como los propios hosteleros.

Estos locales tienen licencia de bares especiales, pero no de cafés concierto por lo que, en teoría, no pueden celebrar actuaciones ni espectáculos. El ayuntamiento "paraliza" cualquier cambio de licencia en este sentido, asegura el secretario del colectivo, César Vicho. "Los empresarios tienen que cumplir la ley, pero si no dan los permisos...", añade. El propietario de Mistura Brasileira, Edinho Queiroz, confirma que estos permisos "no nos los dan" y que todos los bares --con actuaciones-- "estamos así".

EL IMPEDIMENTO LEGAL Amparándose en la ordenanza municipal de ruidos --que calificó de saturadas varias zonas de bares (la plaza Mayor y su entorno, la Madrila o la calle Pizarro)--, el consistorio impide a los hosteleros de estas zonas cualquier modificación en su actividad que conlleve la concesión de una nueva licencia, como sería el caso de los café concierto.

No se autorizan tampoco las obras de adaptación de los locales para acoger estos eventos. En el 2003, tras la polémica por la contundencia en el cumplimiento de los horarios de cierre de los bares, hasta 11 locales pidieron en bloque el cambio de licencia a cafés concierto y el ayuntamiento las denegó todas.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, aseguró ayer que se estaban concediendo licencias a los locales que lo solicitaban fuera de estos ejes. En cuanto a las solicitudes presentadas y denegadas en las zonas saturadas en los últimos años, ayer carecía de datos al respecto.

A pesar de no conceder los permisos, el propio ayuntamiento consiente la celebración de actuaciones siempre que "no haya quejas y no se moleste a nadie", reconoce el propio concejal. "Nosotros no somos inflexibles ni férreos en este tema porque entendemos que son actividades culturales y atractivas para la gente. Por eso, hay que ser permisivos mientras no haya quejas", declaró Parra.

DENUNCIA VECINAL Sin embargo, los hosteleros critican esta incongruencia de no conceder licencias y permitir en cambio la actividad. "El ayuntamiento se limpia las manos", lamenta Cayetano Carrasco, del bar La Fusa. "Dicen qué bonito que hagan conciertos, que Cáceres tenga actividades, pero no ponen los medios" para regularizar la situación. La licencia de cafés concierto supondría una ampliación del horario de cierre al que tampoco está dispuesto el consistorio.

La actividad de estos locales se encuentra así supeditada al arbitrio de la denuncia de los vecinos. El caso de Aldana es un ejemplo. La cochera aledaña al bar ha estado funcionando durante casi cinco años como sala de conciertos. La denuncia de una vecina ha obligado al ayuntamiento a abrir un expediente al local, que deberá solicitar ahora la licencia.

"Se ha dejado estos años porque no molestaba a nadie, en el momento que ha habido una queja hemos tenido que actuar. Sabemos que es un atractivo y es triste, pero debe cumplir la ley", explica Parra. Ahora, para obtener la licencia, deberá presentar un proyecto de insonorización, seguridad y otros requisitos. "Si los cumple, no nos opondremos a dárselo", aseguró el concejal.

El presidente vecinal de la Ciudad Monumental y propietario

Pasa a la página siguiente